Claro, me refiero al Carlos Ortega que en 2001 disputó, junto a Aristóbulo Istúriz, las elecciones para la presidencia de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, CTV, sin rendir cuentas de miles de actas que a estas alturas parecen tragadas por la tierra y que aún hoy -12 años después- siembran serias dudas sobre su “triunfo” de aquella vez.
Hago referencia a quien en palabras de Wikipedia “se volcó en seguir dirigiendo marchas contra la administración de Chávez” pero que en palabras mías es corresponsable del asesinato de 19 compatriotas el 11 de abril de 2002 cuando ordenó desde Chuao que la marcha finalizada en ese sitio fuese desviada hacia Miraflores.
Es el mismo que en diciembre de ese año, con rostro de criminal decretó “no hay navidad”, como está en los videos de la época. Me refiero al Carlos Ortega retrecherón y malasangre que acentuó de manera desmedida la palabra “régimen” convirtiéndola en “reeeeeeeeegimen” cuando, junto al resto de secuaces del imperialismo, encabezó el sabotaje económico echado a andar para derrocar al gobierno del Gigante Hugo Chávez entre diciembre de 2002 y febrero de 2003.
Es el mismo que vendió su alma al demonio cuando se cuadró con el también golpista Pedro Carmona y con la iglesia que traicionó al cristianismo real, para convocar al paro indefinido que antecedió al Golpe de Estado.
Se trata del cobarde que en 2006 abandonó nuestro país, huyendo de la justicia que lo espera con los brazos abiertos para someterlo a 15 años, 11 meses, 5 días y 20 horas por delitos de rebelión civil, instigación a desobedecer las leyes y uso de documentos falsos.
Es pues, el mismo Carlos Ortega que ahora desde Perú se viste de Magdalena diciendo que fue utilizado por la derecha para poner en jaque nuestra nación. ¿Pretende este siniestro delincuente que alguien le crea que transformó su conciencia? ¿Cree que los payasos se hacen de la noche a la mañana? ¿No sabe que payaso no es quien quiere, sino quien puede?
¡Chávez vive…la lucha sigue!
