¡Tremenda vaina nos echó la ONU! Viene y saca una declaración donde dice que Venezuela ocupa el cuarto lugar como el país más feliz de América Latina. ¡Qué bolas! Y esa gente de la ONU como que no sabe que Embajada Radonski mandó a descargar su arrechera a todos nosotros, es decir, que no estábamos nada felices, estábamos molestísimos con el CNE porque declaró a Maduro presidente.
La ONU no sabe lo que dice. Basta con mirarle la cara a Ismael – Talanquera- García, para que uno sepa que ese hombre no ha sido feliz nunca, ni siquiera cuando fue chavista. En la MUD tenemos que denunciar esa vaina y decir que hubo fraude en esa decisión, hay que hablar con Ramos Allup para que de unas declaraciones y salga presto y listo a buscar las pruebas de la infelicidad, que en nosotros hay bastante, incluso, contamos con gente en nuestra militancia que tiene más de 14 años que no se ríe. Y esa es una prueba suficiente para echar abajo esa decisión de la ONU.
Basta con verle la cara también a Leopoldo –cheque Pdvsa- López, para saber que por allí no ha pasado nunca la felicidad, quizás el 11 de abril, cuando el golpe de estado, que salió a recoger las llaves como matarile lire lón, para que los camioneros no entraran a Caracas, a lo mejor allí si fue feliz, pero desde allí para acá, ese hombre no ha tenido un gesto de felicidad.
Y María Corina Machado, no joda, ahí sí es verdad que se acabó el pan de a piquito, esa cara tiene tiempo que no sabe lo que es una sonrisa pepsoden... Con esas pruebas, con las caras de María Corina Machado y Leopoldo- cheque Pdvsa- López, echamos abajo esa decisión de la ONU, que nos está perjudicando demasiado, porque nosotros entonces no podemos luchar en contra de un pueblo que está feliz, esa es un contradicción, hay que hacer todo lo posible porque este pueblo se arreche y vote por nosotros, porque si esta chusma sigue feliz, nos vamos a joder otra vez. Y eso que le tenemos montada una guerra económica que no la brinca un venao, y estos carajos dicen ser felices, es una vaina que no se cree.
Y el papá de Margot cuando escuchó la noticia de la felicidad, ja, ja, se quedó tieso frente al televisor, el hombre aguantó la respiración, se puso de pie y se fue al cuarto, y el coñazo que le dio a la puerta fue tan grande que gente del edificio de al lado gritó: “Nos están invadiendo”.
- Con mi burrito sabanero voy camino de Belén, de Belén. – me canta Margot.
