¡Ahora sí es verdad que torció la puerca el rabo! ¡Qué papelazo hicimos en la Asamblea Nacional! No joda, se acabó lo que se daba. Cada vez que el Presidente Maduro hablaba de la corrupción amarilla, Julio- vendedor de verduras- Borges se ponía rojo rojito y era blanco de todas las críticas del mundo.
Les digo una vaina, si todavía hay gente que sigue creyendo en nosotros, es porque el odio que les queda es muy arrecho. ¿Cómo no va a estar uno de acuerdo con una ley que es para luchar contra la corrupción? Ponerse en contra de una vaina de esa es gritar aquí es aquí es. Pero nosotros somos así, tercos como el burrito sabanero que todos los diciembres va camino de Belén, de Belén. Hasta este momento no hemos estado de acuerdo con nada que el gobierno haya propuesto y esa vaina el pueblo lo sabe.
Cuando uno ve a nuestros diputados en esa aptitud de pranes de la democracia, a uno le da vergüenza ajena. Cuando Maduro citó a Al Capone, Ismael –talanquera- García empezó a aplaudir, pero menos mal que Julio- vendedor de verduras- Borges lo paró a tiempo y le dijo: “Ese no es nuestro, Ismael, tú estás loco de bola”. Y de paso, otra vez Embajada Radonski dio las mismas declaraciones: “Esa ley habilitante es un pote de humo”, a alguien de la izquierda en la Mud le escuchó esa frase Embajada Radonski y ahora la utiliza cuando no tiene nada que decir. Y después salimos a pedir un referéndum para aprobar la ley habilitante, es que nos está creciendo la estupidez de una manera desaforada.
Los compañeros diputados Juan Carlos –sobre de manila- Caldera y Richard –Robín Hood- Mardo, después que terminó la sesión salieron corriendo a anotarse para rechazar la Habilitante en la próxima sesión en la Asamblea. No hay que olvidar que nosotros salimos a marchar por Mardo, porque Mardo somos todos, es decir, que con esa marcha nosotros le dijimos no a la ley habilitante hace tiempo. Estamos cometiendo muchos errores y ya nuestros compañeros, los medios de comunicación, como El Nacional y El Universal, se están dando cuenta y empezaron a asumir otra vez su función de partidos políticos, porque nosotros, me da pena, penita pena reconocerlo, no servimos para un carajo.
El papá de Margot, cuando vio a Julio- vendedor de verduras- Borges saltando como loco en la Asamblea, dijo: “Este hombre no sirve ni para contar viviendas y mucho menos como diputado”. Y se fue al cuarto, agarró la puerta y le dio un carajazo tan fuerte, que todas las alarmas de los carros que estaban en el estacionamiento se prendieron y aquello fue una bulla de padre y señor mío.
Y en el último trago nos vamos.- Me canta Margot