Parece mentira, pero miles, qué digo miles ¡cientos de miles! son los incautos que en el seno del pueblo se han tragado el anzuelo con la figura estúpida de un fantoche como Caprino Radonski.
Hicieron un trabajo de reingeniería de imagen; viendo que el pueblo dejó desnudos a las figuras de la dictadura puntofijista, retiraron -temporalmente a los adecos y copeyanos y sacaron a una miss, la pusieron a mandar en Chacao, atiborraron de real la gestión, la pintaron de éxito y pensaron que Irene Sáez, sería la rival del candidato Chávez. No les funcionó; de lo último que les quedaba de AD, pusieron al “caudillo” un pobre mediocre que creía que Venezuela seguía siendo una hacienda y él capatáz, así Alfaro Ucero se les esfumó como fantasma de un espectáculo barato.
Finalmente apelaron por a la imagen de un pseudoempresario copeyano, que paseaba su soberbia dándole empujones a quien se le cruzara en el camino; Salas Romer se les convirtió en un frijolito frente al Gigante Chávez.
Esos fueron los últimos estertores de los operadores de la oligarquía venezolana, los mismos que se colgaron de los faldones de Santander, los que llenaron de lisonjas a Páez, que de llanero descamizado, llegó a ex-presidente y ex-dictador y terminó sus días en Nueva York tocando violonchelo. Páez, el traidor, que la oligarquía llama padre de la patria, como si la Cosiata fuera la partida de nacimiento de nuestro país y no la partida de defunción de La Gran Colombia.
Los gobiernos de la MUD, los ha vivido Venezuela a lo largo de su historia ¿o es que acaso Guzmán Blanco no es el padre del adecajecopeyano nacional? Guzmán Blanco, precursor de la corrupción administrativa nacional, estructuró un Estado a la medida de los deseos de la oligarquía nacional, bien le llamó Bóves “el hijo de la mentira”.
Juan Vicente Gómez gobernó para los ricos y sus amos de las transnacionales petroleras, de allí que la oligarquía fue trasladando su actividad rural hacia el negocio de importación de cuánto cachivache existe, convirtiendo a Venezuela en un país consumista que no cuenta con una infraestructura capaz de fabricar una bicicleta de manera integral – somos un país ensamblador, gracias a los parásitos de la MUD.
Los verdaderos dueños del circo han sido los dueños del país – FEDECÁMARAS y las transnacionales, quienes contrataron a una troupé de políticos, especialistas en el “mareo”, para mantener al pueblo hipnotizado, mientras ellos saqueaban al país.
Lenín dijo que el Estado (burgués) son hombres armados y curas predicando, eso funcionó de maravillas a la oligarquía criolla, que a punta de bayonetas y de leyes amañadas puso al pueblo venezolano de rodillas. La Constitución de 1961 a los pocos días de ser promulgada, fue violada por Betancurt, que suspendió las garantías y asesinó, con la ayuda de esbirros tan sanguinarios como los de Gómez y Pérez Jiménez, a decenas de miles de venezolanos, cuyo único delito fue reclamar sus derechos conquistados en la lucha política contra la dictadura.
Rómulo Betancourt es el ideólogo de la MUD, el precursor del fascismo que hoy enseña los colmillos. El cinismo es tal que inventaron un pacto (el de Punto Fijo, firmado en Nueva York), para monopolizar el poder político, económico y militar ¡y lo lograron durante 40 años!
Rafael Caldera y Jóvito Villalba, no fueron más que cómplices de la trampa tendida al pueblo, dócilmente se entregaron al juego, a tal punto que por ejemplo, al crear la cárcel de la Isla de Tacarigua, Rómulo Betancurt la mandó a bautizar como CAMPO DE CONCENTRACIÓN RAFAEL CALDERA y el testimonio de esto reposa en los archivos de las Fuerzas Armadas de la época.
Esa es la MUD, un cambio de máscara. Podríamos pensar que en esta oportunidad la oligarquía ha decidido apartar a los intermediarios (políticos tradicionales) y actuar directamente, las figuras relevantes de la derecha fascista son hijos de la burguesía: Caprinito Radonski, María Machado y el desorbitado Leopoldito.
La decadencia moral de los gobiernos de la IV República, alcanza su más cimera expresión en las orgiásticas imágenes de la gobernación de Miranda y su líder, cuya figura referencial es Briquet...
Busquen los nombres de los políticos “profesionales” de la Cuarta República y verán que están todos incursos en los planes de la MUD: Antonio Ledezma, Ramos Allup, Andrés Velázquez, el nietecito de Caldera; haga un sencillo ejercicio de memoria, cierre los ojos por un instante y se le irá formando en la mente el cuadro macabro de Yumare, El Amparo, Cantaura, los ametrallamientos, secuestros desapariciones y más recientemente, los crímenes de la plaza Altamira, las bombas en las embajadas y ya para finalizar los asesinatos del 14 de abril de 2013, cuando pretendieron inaugurar nuevamente sus gobiernos pasados.
La MUD es moneda pasada. La vimos gobernar el el 11 de abril de 2002 y vimos también cómo se derrumbaron sus actores sin esfínteres ni zapatos.
Chávez perdona el pueblo no.