Aún conmueve recordar a muchas madres, así como a familiares de las y los estudiantes llorando desconsoladamente aferradas y aferrados a los ataúdes donde reposaban los restos de sus hijas e hijos, quienes fallecieron abaleados, golpeados, pero lo cierto, es que es curioso y hasta recurrente que en los mandatos de Ledezma en la IV República perdían la vida de decenas de estudiantes para luto del movimiento estudiantil, para el dolor inmenso de los familiares y para la vergüenza de los Derechos Humanos de lo cual él se ufana de ser un gran demócrata.
Antonio Ledezma, autoridad capitalina en los gobiernos de Acción Democrática se especializó en ser un gran represor del movimiento estudiantil y hoy sin escrúpulo alguno sale a pedir el voto para que lo reelijan Alcalde Metropolitano, qué descaro!
El 21 de noviembre, Día del Estudiante en Venezuela, Antonio Ledezma debe pedirle perdón al movimiento estudiantil venezolano y los órganos competentes deben establecer las responsabilidades de Ledezma en esas decenas de muertos que cayeron en las calles de Caracas.
De todos esos estudiantes en Venezuela que cayeron abatidos, desaparecidos, torturados o que sufrieron carcelazos durante la IV República una cuota importante de esas víctimas represivas están bajo la responsabilidad de los mandatos de Antonio Ledezma, enemigo compulsivo de los y las estudiantes, así lo evidencian las décadas de los 70´, 80´ y muy entrados los años 90.
Antonio Ledezma, quien es un gran resentido contra la masa estudiantil, un resentido social, un resentido de su origen, un resentido de su militancia dentro de AD que escaló como pudo y hasta donde pudo y que hacía palidecer a los dirigentes de AD donde le tenían el apodo a sus espaldas el “Don de la Maniobra”.
Ya lo decía reflexiva y preocupadamente Ramos Allup, que sería la próxima presa que se iba a engullir Ledezma dentro de AD, Ramos Allup es contemporáneo de Ledezma y lo conoce muy, pero muy bien, y de lo que es capaz de hacer por querer ser siempre el primero cuando de ventajas o sacarle provecho a algo se trata; refiere Ramos Allup, que si se lanza el Código Penal y éste al caer abierto al suelo en cualquier página, esas estimaciones jurídicas son una acusación contra Antonio Ledezma. Así será de “manso” este tenebroso personaje quien secreteó a otro adeco de la época, “yo pa´ Guárico no regreso más” y así trepó en las filas acciondemocratista, sin un consejo materno, sin cariño maternal y sin importarle lo que pudieran decir de ella, así logró sobrevivir a todas las direcciones políticas nacionales y regionales de AD, aún a las de signo contrario a la de él, así será de guabinoso pero tan pronto se ubicaba y se atornillaba en los cargos que aspiraba, actuaba como una anguila y quien con talento y capacidad propia se le atreviera a acercársele o a disputarle sus cargos dentro de AD, los borraba del mapa.
A pesar que no están militando juntos en la misma organización, Ledezma y Ramos Allup, éste último no deja de mirarlo y lo trata con cuidadito y desde lejito.
Antonio Ledezma es una vergüenza para el Movimiento Estudiantil y para la historia rutilante de los estudiantes desde el 12 de febrero de 1814 y hasta el presente.
Estudiantes y jóvenes profesionales, hoy que ustedes tienen la inmensa responsabilidad de sufragar pregunten a las personas de cuarenta años en adelante, revisen periódicos, vean videos y tendrán una verdadera imagen de Antonio Ledezma, quien ya a partir del 9 de diciembre de 2013 quedará convertido en un fatídico recuerdo de esos personajes que están buscando su lugar histórico, los nauseabundos sótanos de la historia, o si es juzgado por los tribunales, le tocará un recinto penitenciario que no tiene ni remotamente las características de las que tenían las mazmorras donde mandó Ledezma a confinar a estudiantes de liceos y universidades de Caracas.