Traigo a colación parte de mi artículo publicado en aporrea el 15/01/2013, “Esta, parece la canción preferida de casi todos los medios de comunicación de la derecha: Conspiro, jodo y siempre tengo mi real y el medio, comparándola un poco con la canción infantil venezolana, Con real y medio.
“Es que no se cansan de conspirar y de joder todo el tiempo. Son parte del juego politiquero más miserable, del bochorno y falta de ética comunicacional más evidente. Los secuaces, a la orden de sus dueños y amos, mienten; calumnian; tergiversan; manipulan, montan ollas; palangrean y… le han vendido al diablo lo poco que les queda de alma”.
Nuevamente, esta vez de forma macabra, Tal Cual, un periódico arquetipo de los muchos que se nutren ya no del amarillismo sino del necrofilismo, ejemplo, pero, de lo que no se debe hacer en nuestra tan golpeada profesión, vuelve a hacer de las suyas en contra del alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez.
El Alcalde denuncia a Teodoro Petkoff, director del aludido diario, y al articulista Marco Negrón, por “incitar” su muerte tras la publicación de su caricatura atravesada por dos flechas. Al mismo tiempo hace un llamado a Petkoff a “dejar el odio, puesto que “con muchísima frecuencia aparece publicada este tipo de basura y llamados al homicidio en ese periódico, que es el más grave de los delitos que se pueda conocer”. Pero, por otro lado, exige al Ministerio Público inicie la investigación correspondiente. Acusa a Petkoff, de incurrir en el delito de “apología del homicidio”.
Lo más seguro es que salgan los defensores de los violadores de los derechos humanos a defenderlos con argucia como otrora con algo como esto: “los mensajes deben asumirse como un recurso de estilo, una forma de expresión, un recurso dialéctico que solo con interpretaciones retorcidas y antidemocráticas pudiera condenarse. Los mensajes de incitación al odio y alteración al orden público son un “recurso de estilo” del periodismo audiovisual” y demás.
Insisto, “Hay demasiada libertad de expresión y de información, pero más aún, demasiada irresponsabilidad del uso de los medios y la aplicación de la respectiva sanción. Que debe considerarse como un problema de seguridad y de salud pública. Atentan diariamente contra la paz, la seguridad nacional y la salud mental y física tanto de sus adeptos, tan venezolanos como nosotros, y, siempre tienen real y el medio”.
“Si la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, Art. 5 de la CRBV, convoquémoslo, que el Soberano decida quién pueda usar los medios”.