El chavismo ganó ampliamente en términos absolutos, si nos referimos al número de votos depositados en todo el país y al correspondiente a alcaldías. Usar como argucia lo de haber ganado determinadas ciudades o la Alcaldía Metropolitana, tiene la misma intención ya anunciada arriba, pretender que la ciudadanía no perciba la cruda realidad de los hechos, el fracaso de la política de la MUD y Capriles.
Capriles en particular, como jefe de campaña de la MUD y estratega del “plebiscito”, fue derrotado y también lo fue en Miranda, donde perdió en número de votos depositados y en la gran mayoría de las alcaldías, incluyendo la correspondiente a la ciudad capital de Los Teques. Para valorar esto último, recordemos que en ese Estado aparece como gobernador; lo que de aplicarse lo del carácter plebiscitario que él le dio a esas elecciones municipales, estaría destituido. Todo eso obligará a la oposición tomar las medidas pertinentes en estos casos. Por cierto, Ramón Guillermo Aveledo, puso su cargo de Secretario General de la MUD a “la orden”, como reconocimiento de su estruendoso fracaso. No obstante, Julio Borges, se apresuró, como si tuviese facultades para eso, a anunciar que Aveledo no se va. Esta reacción no es más que un intento de impedir que se le exija a Capriles que reaccione en concordancia. Pues ya son demasiadas derrotas consecutivas y esta de ahora lo fue como candidato presidencial, pues para él se trataba de un “plebiscito”, jefe de campaña y Gobernador de Miranda. ¿Entonces por qué Capriles no pone sus cargos a la orden?
La abstención de 40%, muy baja en Venezuela, tratándose además de elecciones municipales, en todo caso, lo menos que podría hacerse es repartirla en función de la tendencia que marcó la votación, en la cual el chavismo, alcanzó una ventaja de más de 10 puntos porcentuales a la MUD. Todo eso significa, que por estas elecciones de ahora, las cosas han vuelto a los tiempos de Chávez. Un movimiento revolucionario fortalecido y una oposición menguada en votos, liderazgo y política, atrincherada en focos de concentración de clase media alta.
Pero es bueno resaltar que estos resultados aparecen asociados a la audacia de Maduro al aplicar con energía medidas urgentes contra los especuladores, haber escuchado a justo tiempo el reclamo popular y haberse puesto en sintonía con el vocerío, no intelectualizado o acartonado, que viene haciendo críticas desde el bando revolucionario. Sector este que continuará reclamando grandes cambios tanto en el manejo de la política, la economía, el rol del Estado y gobernantes y el papel fundamental del partido, el cual hay que construir como lo demanda un proceso en el cual el pueblo debe prestar su mayor aporte y crecer al mismo tiempo.