La saturación “Informativa y Comunicacional” llevada a cabo por el Imperio y la Ultraderecha en Venezuela con el apoyo irrestricto de los medios de comunicación del internacionales y de apátridas para imponer temas en la Agenda Política de la sociedad venezolana fue la que autocalificaron de la SALIDA que consiste en derrocar a Nicolás Maduro, Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, quien apenas tiene 10 meses en el ejercicio de sus funciones, por la vía de un Golpe de Estado articulado entre sectores meritócratas de la sociedad civil con sectores militares, insurrecciones de calles o el magnicidio. Pero esa saturación tiene como propósito también, impedir que salga a flote el verdadero problema en Venezuela, que es que los sectores de la Ultraderecha quieren dar al traste con la República Bolivariana de Venezuela la cual colisiona con sus exclusivos intereses y beneficios de clase social y retomar su supremacía social.
¿Cuál es el verdadero debate en Venezuela? Tenemos que retomar el tema central de discusión.
Atacar el Ministerio Público, destrozar sus instalaciones, desactivar sus funciones, malponer a la Fiscal y al funcionariado fue la primera medición de fuerza. Vale recordar que en el año 2002 el Fiscal de entonces, Julián Isaías Rodríguez, develó comunicacionalmente en una audacia política que lo ocurrido y propiciado por Fedecámaras, sectores del mando militar, el liderazgo de la Central de Trabajadores de Venezuela y los meritócratas de la Gente del Petróleo fue un Golpe de Estado que prendió las alarmas nacionales e internacionales e inmediatamente le fue suspendida la señal en vivo de las televisoras en el país; entonces el pueblo se lanzó con furor a las calles a reclamar a su presidente legal y legítimo, que bien sabemos, fue el Comandante Hugo Chávez Frías.
En el momento actual, cada vez queda a la luz del sol la confluencia de toda la oposición de ultraderecha predispuesta y haciendo cada quien las tareas asignadas o auto asignadas para llevar a cabo los planes golpistas y desestabilizadores en la República Bolivariana de Venezuela; la idea fue repetir lo del pasado a poco tiempo del ejercicio gubernamental, generar la ingobernabilidad para dar el zarpazo final aunque para no aparecer tan grotescos, articular con un lenguaje engolado que justifique lo que no pueden justificar legal y legítimamente puesto que el presidente constitucional apenas tiene –repetimos- 10 meses en el ejercicio de sus funciones. Un aprendizaje que nos dota la Ultraderecha: utilizar, infiltrar, las instituciones del Estado y del Gobierno para sus propios fines golpistas y desestabilizadores. Ver en la web trabajo de mi autoría titulado ¿Estamos Infiltrados?
A pesar de que no lo digan públicamente, sectores de la derecha política fue sorprendida por la irrupción bajo la consigna de la SALIDA para sacar de la presidencia a Nicolás Maduro pero se trataba solamente de quien diera el primer paso porque el sentimiento de la Ultraderecha, su encono y frustración es precisamente dar un manotazo a la mesa.
Las aguas han corrido bajo el puente: guarimbas, destrozos, muertes, lo cual no nos puede hacer perder de vista la raíz del problema, sus vectores y vertientes. Si recordamos la gradualidad de los acontecimientos y lo escuchado en grabaciones donde afirman personalidades de la ultraderecha que lograron obtener en la brevedad del tiempo un acumulado de 120.000 millones de Bs. cantidad sideral que sumado a todo lo proveniente por diversas vías de EE.UU y de Colombia para lograr el acometido de derrocar el Gobierno de Nicolás Maduro.
Una intrincada madeja de conexiones e intereses económicos y financieros es el detonante puesto que los sectores económicos en Venezuela se nutrían de la renta petrolera y las recientes medidas gubernamentales colocaban en riesgo que se siguiera el tradicional modus operandi burgués, así como aplicación de la Ley de Precios Justos para salvaguardar y contrarrestar el detrimento de las condiciones de vida del resto de la sociedad pero como la Revolución Socialista Bolivariana es del pueblo, por pueblo y para el pueblo es de donde proviene la contradicción principal.
Las medidas de gobierno fue la del recontrataque de los sectores económicos quienes utilizando como palanca a los sectores de ultraderecha se anotaron a la aventura golpista, por lo que tuvieron que contar con una “apreciación política” de cada factor del Estado y del Gobierno y por supuesto el estudio del perfil de personalidad del liderazgo chavista y generar contradicciones personales donde no las había y por lo tanto había que “tirarse”, “asomarse” para ver la capacidad de aguante, así como la impermeabilidad o no de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, así como de otros sectores sociales beneficiados o no por la Revolución Bolivariana, pero aún se sigue omitiendo en la ecuación burguesa al esperanzado y esperanzador pueblo llano y sencillo, a los trabajadores, así como también al grueso del activo de las filas revolucionarias, quienes disciplinados se mantienen a la expectativa y apoyando irreductiblemente – a pesar de los matices- el proceso de cambio. Aunque en esta situación veremos quien o quienes se autoexcluyen del proceso o son desplazados por sus posiciones ambiguas, vacilantes o traidoras del sentimiento popular.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) como expresión y cobijo a la Ultraderecha es por lo tanto también Ultraderechista, se suma sin disimulo, a los planes golpistas con una retahíla de argumentos de complicidad, quedando en el escenario político del país: la Ultraderecha propiciadora y financista del descalabro institucional y golpista y del otro lado el Gobierno liderado por Nicolás Maduro que plantea la lucha política dentro del marco de la Constitución.
El sector social que le sirve de fermento y punta de lanza y del cual se valen los sectores de Ultraderecha son las y los estudiantes de algunas instituciones universitarias, además sectores desclasados y tarifados, donde en declaraciones de algunos detenidos es que perciben 3.000Bs por día para ocasionar guarimbas y desasosiego en la población.
Sirve de complemento y amparo al sector estudiantil, residentes de zonas de clase media alta, con la distinción de que se han desarrollado guarimbas en los municipios donde la ultraderecha obtuvo el triunfo en las elecciones municipales, donde cuyas comunidades se les impuso la modalidad de lucha conocida como las guarimbas y están a merced del propio vandalismo opositor, cuyas acciones destructivas afectan a otros residentes opuestos a estas manifestaciones pero que a la hora de expresar su incomodidad son abochornados y vejados, golpeados, por los y las radicales de la Ultraderecha. ¿Será que la Ultraderecha piensa que estos sectores de clase media se lanzaran a la calle en una actitud insurreccional y definitiva?
El otro escenario complementario al lego golpista es la guerra mediática, articuladas a las redes sociales que generan copioso acoso pseudo informativo comunicacional pero que en la mayoría de los casos falsifican la realidad, hacen fotomontajes, videos falsos, escriben mensajes estridentes de caos, desasosiego, magnificación de la realidad, pero que al cabo de las horas son rebatidas esas informaciones por la contraparte revolucionaria pero no dejan de surtir efectos transitorios en los y las más volubles pero no así en las y los blindados que es la mayoría.
Un hecho notorio es que algunos artistas, deportistas –nacionales como extranjeros- aportan su presencia y su decir como bisturí para rasgar más el corazón de la patria y sumarse al arsenal desestabilizador emocional de la población venezolana sin ni siquiera hurgar en la cadena de acontecimientos desde 1998 hasta el presente.
Esa bravuconería, esa arrogancia y prepotencia de los sectores internos e internacionales que se involucran en esa acción de genocidio espiritual de la venezolanidad es porque es alentada en su etapa previa, en desarrollo y posterior, por la intromisión, financiamiento y estímulo de la Administración Obama y del Complejo Militar Industrial norteamericano que llevando a cabo toda una compleja gama de acuciosas tareas de veladas y abiertas amenazas, tanto militares, económicas, diplomáticas, así como psicológicas y mediáticas para ir estrangulando la Revolución Bolivariana dándole la mampara de “lucha por la democracia” pero en lo que el Imperio respecta, coloca en la mesa en definitiva, son sus intereses exclusivos: garantizarse y aumentar la cuota de petróleo y explotar el gas obtenidos de la potencia petrolífera mundial como es Venezuela ya que llevarlo del Medio Oriente son 50 días y llevarlo de Venezuela son a lo sumo 4 días y en cantidad.
A pesar del fuelle que le imprimen los medios de comunicación capitalista, las guarimbas se vienen extinguiendo, quedando la modalidad de lucha de crear focos insurreccionales pero no por ello, el plan golpista está agotado, este nuevo intento si es derrotado, venderá cara su derrota, pero el liderazgo de ultraderecha instigará a las y los fanatizados a inmolarse pero los liderazgos estarán a buen resguardo, y viendo a la distancia, los acontecimientos y jugando a desgastar al gobierno y sus bases de sustentación social e intentaran paralizar o perturbar entonces la fuente de ingresos que es la industria petrolera.
Dos iniciativas gubernamentales muy importantes pero que muy lejos de la sumisión nacional pero que están en el escenario internacional tienen cavilando al Imperio: a) Disposición de reabrir los canales diplomáticos entre Venezuela y EE.UU. b) Conferencia de Paz a distintos niveles dentro y fuera del país; que inclusive a nivel interno, crear la Comisión de la Verdad la cual sea activada en el poder legislativo para que investigaciones propias más las que suministre el Gobierno y el Estado emprender las causas y consecuencias del atentado a la Democracia con el Golpe de Estado propiciado por la Ultraderecha. c) Activar todos los mecanismos de articulación latinoamericanos y del Caribe, además del reconocimiento conjunto a la democracia venezolana por parte de China y Rusia.
Lo cierto es que en las actuaciones de la Ultraderecha que utilizó a los estudiantes no aparecen ninguna demanda estudiantil en su pergamino y menos engarzadas con la de colocar en riesgo la Democracia en Venezuela; lo que sucede es que a la Ultraderecha no le conviene y no tiene nada a mano superior a la Democracia Participativa y Protagónica, esa es su incomodidad histórica o su frustración. La Ultraderecha no tiene explicación al atolladero capitalista – imperialista de cómo en una línea, de un extremo hay un reducido grupo social que lo tiene todo y del otro extremo grandes cantidades millones de personas que mueren de mengua en el mundo. La naturaleza capitalista – imperialista no repara en eso ni eso es su preocupación. La Ultraderecha en sus planes en Venezuela suelen decirse entre ellos y ellas para darse ánimo: O es ahora o nunca. Lo cierto es que la historia tiene sus propias leyes.