Sobra cualquier tipo de comentarios. Sus palabras de contrición por los graves errores que cometió junto a sus copartidarios de la otrora Coordinadora Democrática, hoy transformada en Mesa de la Unidad Democrática, mejor conocida como la MUD, durante los eventos terroristas del paro petrolero y patronal del 2002, son sumamente elocuentes.
De manera que aquí las copiamos, pues bien vale la pena recodarlas en estos momentos en que se vuelven a repetir esos actos de violencia, quizás esta vez con mayor saña y, además, inscritos en un plan concebido y diseñado en el exterior*:
“Me arrepiento profundamente de nuestra posición durante el paro, de no habernos deslindado y convocado una rueda de prensa a la semana de haberse iniciado.
A lo mejor nadie nos hubiese escuchado, porque esa huelga fue un espejismo colectivo. Igual ocurre con los sucesos del 11 de abril de 2002.
No quiero que por no llamar las cosas por su nombre a tiempo, vuelva a repetirse la historia. Hemos hecho demasiadas concesiones a la Unidad. Creo que el paro fue un error y espero que Dios nos dé la sabiduría para no dejarnos arrastrar…”
(*) Corresponden a parte de un discurso que el Señor Borges pronunció en una de las sesiones ordinarias de la Asamblea en el año 2004 y que las recordó el Vicepresidente, Jorge Arreaza, durante la entrega de la Memoria y Cuenta de su gestión ante la Asamblea Nacional, el pasado martes 25 de febrero en curso.
