Los escuálidos no pegan una, después del último fracaso de la dirigencia opositora de dar un golpe de estado obedeciendo a quienes les pagan, que no son otros que los gringos, ahora les ordenan a sus consecuentes seguidores suspender el carnaval. Tiene prohibido disfrutar las tradicionales fiestas carnestolendas.
Bueno la verdad es que este tipo de cosas no son nada nuevo, años atrás ya se les habido prohibido a los opositores celebrar navidades, ellos tristemente siguen creyéndole las mentiras, manipulaciones y engaños a los incapaces que tiene como líderes.
La dirigencia opositora que siempre acusa al chavismo de querer acabar con la libertad de todas y todos, ahora le quitan a sus seguidores su derecho a disfrutar del carnaval en el nombre de unas tales protestas pacíficas que ya suman 17 muertos, numerosos heridos, varios detenidos y cuantiosos daños al patrimonio público, prohibiéndole además celebrar una fiesta tan ancestral que según algunos historiadores tiene más de 5.000 años de historia.
Es risible ver como en las zonas más acomodadas de las ciudades se instalan en las vías públicas simulando que están en una playa, colocando carteles que denuncian al rééégimen represor y pidiéndole SOS al mundo, solicitando a potencias extranjeras que intervengan militarmente en Venezuela para que pongan fin al gobierno que los mata y que no los deja vivir. Pero además siguen sus guarimbas y la tal protesta pacífica, con sus saldos de muertes y daños patrimoniales.
No cuesta mucho imaginarse que pasaría en esos países que los escuálidos tanto admiran, si quienes adversen al gobierno se ponen en “esos paraísos de la democracia” a obstaculizar vías, prender fuego y a perturbar a todos golpeando cacharros y pidiendo que el Presidente renuncie ya.
Nos imaginamos que después que esto de las guarimbas termine los “enchufados” de la clase media, que trabajan para el gobierno, meterán su renuncia para no ser acusados de colaboracionistas con el régimen que está cayendo. Seguramente algunos hasta se trasladarán al Táchira o a los estados próximos a la frontera para integrarse a las milicias de paramilitares que Uribe tiene dispuestas para derrocar a Maduro desde allá.
Ni que decir de lo que suponemos ocurrirá con la celebración de la tradicional Semana Santa para los escuálidos, que se olviden de cualquier celebración quienes se oponen al gobierno que no sea actuar en función del golpe de estado que le ponga fin a la dictadura que no los deja vivir.
La dirigencia opositora de la MUD, que ahora queda plenamente demostrada que es golpista, antidemocrática y está manejada por los intereses imperiales, no cesará en su empeño de denunciar al régimen que ante un golpe de estado insiste en llamar a la Conferencia de Paz y la vida a unos dirigentes políticos que mientras Nicolás Maduro esté en la Presidencia sólo apuestan a la guerra y a la muerte, como vía para retomar el poder político y controlar la riqueza petrolera.