Cumplido un mes del torpe y perverso llamado a la violencia por parte del delincuente e irresponsable Leopoldo López, el modelo capitalista y neoliberal muestra con arrogancia el fascismo representado en un grupo de vándalos reaccionarios, violentos y asesinos, que han perdido toda capacidad de expresar dominio del mecanismo pensante, motivo que los arrastra a las expresiones más crueles de la barbarie inducida.
Allí convergen un sancocho de criminales que protagonizan actos oscuros a fin de motivar a alguno que otro opositor disociado a sumarse a sus ya estúpidas barricadas y recolección de basura para incendiarla a aquel vecino que con esfuerzo y ahínco intenta llevar a sus hijos a la escuela o al liceo. Al parecer, la misión de estos delincuentes es crear el estado mayor de anarquía en esos sectores de clase media alta, a fin de que uno desprevenido, más torpe que ellos, se sumen a esa causa innoble y antidemocrática de salir de las instituciones ya establecidas por la voz sonora del pueblo venezolano.
Tan brutal es la acción, y tan brutal estas manifestaciones, que estos imberbes no se han dado cuenta del alto grado de daño que han hecho al país, que hasta sus propios seguidores se han desmarcado de estas acciones propias de orates sociales sumergidos en la peor de las cloacas de las frustraciones humanas y espirituales. Sus consignas siguen siendo el desastre institucional, social, político y económico. O sea, “prefiero morir, antes que siga esta cuerda de chavistas en el poder”. Lo que demuestra que esta fue la lección o aprendizaje en Estados Unidos y Colombia de unos cientos de jóvenes que hoy, sin bandera y sin estandarte, se sublevan sin escrúpulos por los valores mínimos de la vida con tal de cumplir los mandatos del imperio norteamericano que empieza a reaccionar ante la consolidación de la democracia revolucionaria en Venezuela.
En definitiva, Chávez les duele. Chávez los trasnocha. Chávez fue, es y será la piedra capaz de sumar las voluntades por un mundo mejor y eso, esa opción rebelde, esa opción revolucionaria, nunca podrá ir junta con los intereses de los grupos hegemónicos y dominantes que durante siglos han opacado y humillado a las mayorías humildes del mundo. Es por eso que, ante nuestra victoria, ellos intentan incendiar el país, intentan acabar con todo con tal que no exista el color rojo en Venezuela, es por eso que arremeten con crueldad y maldad…, en fin son los dientes filosos y punzantes de un imperio fascista en decadencia, un imperio inmoral, que está muy consciente que el pueblo, este pueblo cristiano, despertó para siempre no sólo para liberarse de las ataduras del mal sino de la prepotencia de este imperio sucio, vacío, estéril y “pecuecuo” como uno de sus grandes líderes que exhiben para captar bobos insensatos en el mundo: el asexual y estúpido Miky Mouse.