Los y las neofascistas pitiyankis en Venezuela acuden a viejas cartillas de los años 60 y 70 para reanimar el sentimiento anticubano que infructuosamente enarboló y enarbola el Imperio norteamericano y que lo hace aún en la actualidad para pretender aislar sin éxito a la República de Cuba del contexto hemisférico y mundial, además concuerdan los y las neofascistas y el Imperio, de señalar a Cuba como un mal ejemplo para los pueblos y de responsabilizar a la Mayor de las Antillas como expoliadores y beneficiarios de los “regalos petrolíferos” que le otorgó el gobierno del Comandante Supremo Hugo Chávez y ahora en esta oportunidad, el presidente Nicolás Maduro.
La Ultraderecha dice activarse en Venezuela ante el sostenido avance “Imperial” de Cuba que quiere, que pretende y así lo hace, de apropiarse de los recursos naturales de Venezuela y para ello plantean, valerse de cualquier recurso inconstitucional para derrocar en esta oportunidad al gobierno socialista bolivariano de Nicolás Maduro. Entonces, para la Ultraderecha “criolla” Estados Unidos no es un gobierno imperialista.
Algunos académicos, además de todo el andamiaje intelectual de la derecha apátrida siguen como un credo la prédica de la cúpula gubernamental de EE.UU., en franca cofradía con el Neoliberalismo que en Venezuela asumen algunas autoridades rectorales universitarias –tanto privadas como las públicas de vieja data-, que también con el mayor desenfado asumen la salida inconstitucional –en su oportunidad- del Comandante Chávez y ahora también contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Esas posturas ultra conservadoras de la Ultraderecha que en un pasado reciente chocaban las copas para brindar por la preponderancia del capitalismo – Imperialismo como sistema hegemónico, hoy se ven en total desespero cuando la realidad les contrarían históricamente.
A pesar de los cambios sociopolíticos e institucionales suscitados en Venezuela, así como en el resto de América Latina y el Caribe, la Ultraderecha en Venezuela no los termina de digerir, en su resentimiento asume una conducta retrógrada que inspira y reanima a la Ultraderecha en el resto de la América Latina y el Caribe donde está de capa caída, esperando tan sólo una chispa fascista para incendiar la pradera.
El perverso activismo político de la Ultraderecha en Venezuela, despierta inquietud y preocupación en amplios sectores democráticos, partidistas, sindicales, sociales, institucionales y así como debe alertar a las Academias latinoamericanas y caribeñas, como del resto del mundo, de Ciencia Política, las Sociales y Jurídicas, porque de contar con una onda expansiva el fascismo en América Latina y el Caribe, es traer al presente con algún nuevo maquillaje, las nefastas experiencias a la humanidad del fascismo en Italia, España, Alemania y el Chile de Augusto Pinochet.
Que autocomplaciente le resulta a la Ultraderecha señalar, acusar, por cualquier razón a Cuba de lo que acontezca o de las decisiones que tome el gobierno de Maduro, además, le agregan el complemento a cualquier expresión verbal contra el gobierno de Maduro, “esa medida la tomaron los Castros hace quince días en La Habana”, no se sabe si es un alarde –por supuesto que lo es- pero la Ultraderecha presume de contar con buenos informantes porque lo que le falta decir a la Ultraderecha para “impactar” es mencionar el lugar y la hora en la que se tomó la decisión en la capital cubana.
Ahora la pregunta que surge es: ¿Consigue la Ultraderecha fascista eco para acusar por todo y por nada a Cuba de lo que se hace o se deje de hacer en Venezuela? ¿Cuáles sectores sociales hacen resonancia a la predica anticubana? ¿Por qué? ¿Cuál es el miedo a la Cuba martiana? ¿Cuál es el miedo a la Cuba de Fidel? Lo cierto es, que las mentalidades xenófobas, patrioteras, racista del fascismo, tienden a quedarse aislada porque cada día cobra mayor valor el espíritu de Unidad Latinocaribeña para despecho de los y las fascistas tropicales.
A pesar que la Ultraderecha sopla y sopla para darle fuego a sus vetustas y antihistóricas ideas, de contraparte las fuerzas de los pueblos emergen inexorables, en este que es el siglo latinocaribeño.
Viva Venezuela! Viva Cuba! Vivan todos los pueblos latinocaribeños! Vivan Simón Bolívar! Viva José Martí, Viva el Comandante Chávez, Vivan los Castros!