Convencido ya, que la Sayona era un producto de la imaginación colectiva y de las vastas soledades del llano, nos percatamos que nada de eso era así. Nada de leyenda y cuento de caminos. La sayona que es capaz de vender y matar a su madre (patria) se vio en estos días en un congreso por el Hatillo.
Es tanto el miedo y dispersión que este personaje nada folklórico produce, que el congreso o pre-congreso convocado con el concurso del silbón, la mesa que supuestamente presidiría y moderaría los debates, fue además de moderadora y los únicos que pudieron verse las caras en el anfiteatro para debatir por la “unidad” del país.
La sayona, tal y como lo recogen algunas versiones de lo que suponíamos una leyenda, no tuvo la necesidad de desdoblarse en perra ni gata. Se apersonó tal cual es. Claro y eso si, en un aspecto que la identifica muy regularmente. En esta oportunidad, como debería haber sucedido la sayona se presentó en el congreso de la MID tal y como ella misma se lo exige. Su vestimenta fue de blanco. Así la capto la foto con toda la asamblea reunida en una mesa pequeña.
Un congreso de la unidad, multitudinariamente fue acompañado por más o menos 38 personas, unas y unos de la alta alcurnia y otras y otros, especie de estos seres kafkiano, que metamorfearon desde hace unos cuantos años y están ahora en un proceso de una nueva metamorfosis, porque unas tienen entre ceja y cejas convertirse en un clon de sayona como Niti Pérez Osuna.
Andrés Velásquez y Gabriel Puerta, ya habiéndosele agotado toda posible metamorfosis hacia un tipo blaberus craniifer, se interesan, porque esta nueva metamorfosis que le ofrecerá la MID, le haga posible su gran sueño: Ser unas rattus norvegicus.
El ánima en pena de “El Silbón” también estuvo por el Congreso del Hatillo y con esa multitudinaria y multisápida concentración, habló de unidad de Venezuela. El Silbón hablo de una Venezuela reconciliada, como si todos y todas hubiésemos nacido precisamente ese día del congreso e ignoráramos que si no fue posible una reconciliación entre una 40 personas que tenía la MUD, cómo la MID, puede venirnos con ese cuento de reconciliación y unidad y frente a un total vació de almas y de ideas que le sirviera como de crema a la torta de esta MID.