Entre mis archivos figuran varios recortes de prensa de los años 80, de cuando "El Nacional", entre tantos otros medios impresos, eran medios respetables. En esa época algunos personajes daban mucho de que hablar, de buen o mal modo y uno de ellos fue Blanca Alida Ibañez Piña, CI V-644.102 de quien muchas cosas buenas y también malas, se dijeron. Como algunos recuerdan, la señora Ibañez pasó de ser una simple secretaria a alguien con demasiada influencia en el Gobierno, como la que hoy tiene o se le atribuye a la fulana "primera combatiente" (¿de que?) Cilia Flores. La influencia de Ibañez se debe a su cercanía al hoy fallecido Jaime Lusinchi, en los tiempos en que fuera Presidente de la República y fue de tal modo que coordinó o influyó en ascensos militares y hasta tuvo que ver en la EXPULSIÓN de "La Casona" de la Doctora Gladys Castillo Cardier, esposa por entonces del Presidente. Y, por ironías de la vida, se dice que fue aquella a quien hizo expulsar, quien cuidó al detestado expresidente en sus días finales, cuando, presuntamente, la señora Ibañez lo había abandonado a su suerte. Si es así, yo justifico lo que dijo Mayte Navarro de la Doctora Castillo en "El Universal" (http://www.eluniversal.com/so
De modo pues, que inicio esta columna con estos recortes destinados a Internet y la Historia, la que algunos pretenden olvidar o borrar. Ignoro si quienes firmaron este remitido, publicado el Martes 22 de diciembre de 1987, en "El Nacional" y cuyas cédulas confirmé con el sitio del CNE, tuvieron alguna relación con el PSUV. De todos modos, eso no me interesa, sino divulgar este documento, antes de que el olvido y los insectos den buena cuenta de él.
Roberto Arenas.
------------------------------
SEÑORA BLANCA IBAÑEZ (REMITIDO).
Publicado por "El Nacional", el Martes 22 de diciembre de 1987.
Nosotros, los abajo firmantes, dirigentes comunales de los sectores populares de Caracas, residentes de los barrios de la zona metropolitana del municipio Libertador, queremos dejar constancia de lo siguiente:
Felicitarla por la EXTRAORDINARIA labor cumplida desde el Palacio de Miraflores, en beneficio de miles de familias carentes de recursos, quienes han encontrado en el señor Presidente de la República, por su intermedio, la mano bienhechora, demostrativa de la eficiencia del sistema democrático.
Agradecerle a usted, el interés demostrado por solucionar y ayudar a solucionar aquellos problemas de carácter social que afectan a centenares de madres y hogares en los cuales existe un cuadro de niños abandonados, de desempleo y de carencia de recursos económicos para la adquisición de medicamentos que propendan a mejorar la salud de un pueblo, que ha confiado toda su voluntad en la democracia.
Defender su presencia, porque hay sujetos que se han dado a la tarea de emitir opiniones que van en detrimento de su persona, al extremo de calificarle malsanamente, sin importarle a estas personas, los aportes que usted como venezolana desde el gobierno está dando a personas humildes y necesitadas.
Su presencia en cada oportunidad, bien sea como consecuencia de un desastre, o porque usted tenga el interés de atender solicitudes para dar a la comunidad instalaciones deportivas, aulas escolares, canastillas, textos escolares, prótesis, sillas de ruedas, reparación de escuelas, recolección de aguas negras, máquinas de coser o tomar como suyos casos médicos de cierto riesgo, que finalmente fue (sic) un éxito; estos hechos son la mejor evidencia de la responsabilidad que un funcionario debe demostrar de manera pública a los fines (sic) de hacer sentir la fuerza de la democracia, por la que mucha sangre han derramado ilustres venezolanos.
La mujer no podía estar ausente de esa responsabilidad y menos en estos tiempos, en los cuales la figura de la mujer juega un papel trascendental en el proceso de desarrollo y en la conjunción de la participación efectiva del sujeto en pro de su propio beneficio.
Quienes hoy prentender cuestionar su labor, como secretaria privada del Señor Presidente de la República, están simplemente demostrando su egoismo, mediocridad y la falta de sentido responsable ante las exigencias de un pueblo que ha aprendido a valorar el acto del sufragio.
Como dirigentes comunales, en nuestra condición de residentes en los barrios del municipio Libertador y con la seguridad de interpretar un sentimiento general, queremos públicamente dejar constancia de nuestro respaldo y de exigirle, a usted, como secretaria privada de la
República, que trabaje con mayor ahínco, que siga adelante con la labor iniciada, que no desmaye ante los ataques de mediocres, que no detenga su paso ante el murmullo de miserables mentales, que no vea hacia atrás ante la mirada y el dedo señalante de aquél que
por no saberlo hacer, por no tener conciencia ni sensibilidad social, por no querer ver a esa Venezuela necesitada, hoy quiere, utilizando al Parlamento como tribuna, irrespetando la majestad del Soberano Congreso Nacional, llevar ante ese cuerpo un murmullo que tiene el
color del chisme, para demostrar a los demás su propia y escasa mentalidad social.
Quienes se hacen eco de esas consejas, lamentablemente caen en el terreno del egoísmo, de la envidia política y en la más letal de las opiniones, aquélla que se da sin conocimiento de causa.
Usted, sin ostentar una alta investidura ministerial o congresal, ha puesto en dado (sic) sitio el concepto social de la democracia, ha sido el vocero más interpretativo de las inquietudes del Sr. Presidente de la República, ha sido, por su condición de mujer, la más fiel y genuina intermediaria entre el problema que vive la mujer del cerro y del barrio, con las inquietudes sociales del Dr. JAIME LUSINCHI, no solo como Presidente de la República, sino como hombre cuya vida consagró a la democracia que hoy tenemos los venezolanos.
Aquél que le califica está sencillamente dando muestras de su ineptitud como dirigente y lejos de pretender enrostrar sobre usted epítetos, debiera sumarse a la labor que viene cumpliendo como funcionario al servicio del Estado venezolano. Nosotros, la gente pobre,
que siempre tenemos problemas, estamos convencidos que usted responde con cariño y sinceridad, atiende a Ia gente, resuelve problemas y esas acciones son las que se agradecen.
Su presencia ha sido vigilante en el cumplimiento de las promesas del Jefe de Estado, y esa conducta, quienes hemos recibido la ayuda del Gobierno Nacional, debe mantenerse a toda costa; su participación ha sido oportuna, mediata, consciente, definitoria y la aplaudimos, la respaldamos y alimentamos, ya que nosotros hemos vivido en carne propia las vicisitudes que Ud. ha visto y que otros no conocen, porque lo único que saben hacer es ganarle un salario al Estado sin que exista en ellos un claro sentido de responsabilidad social, a Ud. la hemos visto en los barrios y en los cerros.
Finalmente, y de manera pública damos gracias a Dios, y rogamos porque usted permanezca mucho tiempo en el lugar que le ha dado el Sr. Jefe de Estado, porque eso es garantía de tener nosotros, los humildes, una persona que luche en nuestro nombre, y queremos
también repetir, en forma definitiva, que en cada barrio y en cada hogar al cual usted ha ayudado, tiene manos amigas, gente agradecida que la defenderá y respaldará en su gestión.
Ojalá el Jefe de Estado, tuviese a su lado no sólo a una SEÑORA BLANCA IBAÑEZ, sino que existiera en cada organismo del Estado, una persona semejante a usted, porque de ser así, otro sería el panorama de los sectores populares.
Señora BLANCA IBAÑEZ, ¡QUE DIOS LA BENDIGA! Y CASTIGUE A QUIENES HOY DIA PRETENDEN ENLODAR SU IMAGEN Y DESMENTIR LA POSITIVA LABOR QUE USTED HA SABIDO CUMPLIR DESDE SU HUMILDE POSICIÓN.
Nota: Este aviso ha sido pagado en efectivo, con aportes de cada uno de los firmantes:
Simona Rodríguez. C.I. 2.115.923
Graciela de Andrade. C.I.122.222
Noris Rodríguez. C.I. 4.148.162
Dionisia Blanco. C.I. 2.124.704
Doris González. C.I. 4.576.974
Celenia Candurin. C.I. 2.795.826 (fallecida)
María Coronado. C.I. 3.240.341 (fallecida)
Esther Díaz. C.I. 3.567.991 (aparece como Esther Romero)
Raquel Díaz. C.I. 6.000.308
Thaís Rodríguez. C.I. 5.892.716