Algunos voceros del retazo de la oposición han catalogado el sistema de captahuellas para combatir el acaparamiento de alimentos como el modelo cubano de la “Libreta de Abastecimiento”. Estos dinosaurios se quedaron en el marco de la “Guerra Fría” y no reparan en mentir.
La libreta cubana, que desde el punto de vista propagandístico de derecha es califica de “Libreta de Racionamiento”, comenzó a funcionar en momentos de escasez para proteger al pueblo de la especulación y el acaparamiento con fines de lucro, practicada como parte de la guerra económica contra la naciente revolución, asediada por el imperialismo y la burguesía local desplazada del poder.
Hoy los autores intelectuales y materiales de la escasez, el acaparamiento y contrabando buscan crear malestar en nuestro pueblo impidiendo que la familia venezolana tenga acceso a bienes de consumo, persiguiendo con esta accion criminal restarle respaldo al Gobierno.
Sin escrúpulos y sin pueblo hoy la oposición se opone a las medidas para impedir el acaparamiento, lo que significa que respaldan la guerra económica contra los sectores populares y de clase media baja.
Así como la “Libreta de Abastecimiento” garantizó al pueblo cubano acceso a bienes y servicios esenciales para la alimentación diaria e impidió el acaparamiento, así debe funcionar el sistema de captahuella en nuestro país para impedir que inescrupulosos acaparen alimentos y practiquen el contrabando de extracción.
Al catalogar de “modelo cubano” el sistema de captahuellas como sinónimo de racionamiento alimentario, los voceros opositores o son muy ignorantes o intentan engañar al pueblo.
Esta oposición apátrida no ha condenado las acciones contra los contrabandistas que asesinaron a un Mayor de la Guardia Nacional y mucho menos las guarimbas en Táchira y Carabobo. Ya se sabe que los “paramilitares” colombianos están detrás del apoyo arrmado a los “guarimberos”.