Cuando uno en el barrio o la calle se encuentra con una persona que anda en malos pasos y esa persona detiene tu caminar, aun bajo el temor que uno esconde, uno tiene como la certeza que el individuo va proceder tal como es. Si te para para pedirte algo o quitarte algo, es directo y se ve como lo que es. Ni más ni menos.
Un sacerdote tiene o debería tener un perfil, si consideramos que actúan en función de la orientación de Cristo. En teoría es más o menos así. Seguro que en Venezuela, la mayoría de los curas actúan bajo las orientaciones cristianas. No es definitivamente así, en el caso de la alta jerarquía eclesiástica venezolana reunida en la CEV. Uno pudiera aceptar que con sotana y todo, jugaran a la política. No es necesario plantearle la exigencia que en el día de ayer le presentara el ministro de educación, Héctor Rodríguez, que lo retó a que se quitaran la sotana y formalizaran su participación política. No sería necesario.
Un sacerdote pudiera tener una posición política frente a una determinada situación. Lo "curioso" del comportamiento de toda la jerarquía eclesiástica venezolana es su perverso cinismo. Declaran políticamente y siempre la hacen con una sobre dosis de parcialidad que lo hace cínicos perversos.
Si logramos reunir cada una de las declaraciones que en los últimos 15 años ha ofrecido la jerarquía eclesiástica que forma parte de la CEV, queda claro su perversidad y cinismo.
No voy a detenerme en una larga lista de declaraciones con citas. La declaración reciente de este tipo que tiene por nombre Diego padrón es suficiente para entender su perversidad y cinismo. Este tipo, entre las cosas que soltó en sus últimas declaraciones sostuvo que el Estado venezolano es el "causante de la agresividad y la violencia". En la consciencia de este perverso cínico, si es que cabe ese espacio en su ser (consciencia); en Venezuela (por ejemplo) en febrero del 2014, no hubo guarimba y el Estado colocó una película en la calle y sobre esas película vimos a la guardia nacional tratar de tranquilizar a las actores que estaban en la película.
En la consciencia de este perverso ser que tiene por nombre Diego Padrón, no existe una madre y un padre que sufrió la pérdida de un hijo porque a un terrorista de la MUD se le ocurrió la "cristiana" idea de colocar guayas en la calles a una determinada altura para que las personas que pasaran por esas calles fueran degolladas con una frialdad, que ya envidiaría el peor malandro de este país.
Para este tipo que tiene por nombre Diego Padrón, carece de importancia que el 2013 once familias venezolana hayan perdido un ser querido porque a Capriles se le ocurrió recomendarle la "inocente" a sus seguidores que salieran a la calle a descargar su arrechera matando a personas. ¿No se hizo Diego Padrón el loco con esto? ¿Dónde estaba y con quién estaba? ¿No es fue violencia esta "terapia" sugerida por Capriles para que le permitiera a él drenar su frustración por perder?
Para este señor este país esta dividido hoy, antes no. Cuando en Venezuela se conocían de situaciones de injusticia que iban desde las masacres, torturas y desapariciones; hasta esa cruel forma de violencia que era la pobreza , no había división en Venezuela.
Creo que la iglesia y la jerarquía eclesiástica tiene espacio para declarar políticamente sobre muchas situaciones, pero es realmente increíble que su perversidad y cinismo lo lleven por la ruta que no deberían. Puedo decir, que no es casual estas "omisiones" de la jerarquía de la iglesia venezolana. Esa violencia la asumen y justifican como necesaria para lograr lo que no lograron el abril con el golpe. Estaban todos ahí y jugando a eso. ¿No fue violencia eso?
