En este primer mes del año pudimos observar como as fuerzas oscuras del imperialismo internacional han movido sus piezas y sus tácticas para seguir intentando destruir la fortaleza del pueblo venezolano, de la democracia y del proyecto Bolivariano y Chavista. La visita del par de espantapájaros y delincuentes expresidentes Andrés Pastrana y Sebastián Piñera, quienes venían a provocar con la visita al monstruo de Ramo Verde; la aceleración del boicot económico con la escasez de los alimentos y productos por parte del sector empresarial privado; la suspensión de funcionarios en Estados Unidos; los señalamientos infundados no a Diosdado Cabello sino a la institucionalidad de la Asamblea Nacional, donde la mayoría son chavistas; y las declaraciones del vicepresidente de Estados Unidos quien temerariamente señaló que al presidente Maduro le quedaban pocos meses. Todo un arsenal bélico psicológico de alta envergadura que busca destrozar las emociones de un pueblo que ha sabido abonar y cultivar la paz y el amor, así como el respeto a las instituciones, más ahora que saben que esta revolución ha hecho al pueblo gobierno como parte de la inclusión social y los roles protagónicos y participativos de los ciudadanos y ciudadanas.
No ha habido una mañana, un mediodía, una noche, en que los medios al servicio de los intereses extranjeros no vacíen este cúmulo de noticias negativas y, hasta cierto punto, torturantes sobre la conciencia de los venezolanos. Todo un mar de manipulaciones, de engaños y de mentiras que persiguen generar matrices creadoras de zozobra, angustias, ansiedades, desesperación, en fin, pulverizar la armonía, la tranquilidad y la convivencia como pueblo, como comunidad, como familia y hasta personal.
Allí persisten los factores antichavistas del país y sus tentáculos internacionales. Se trata de ir acabando con la paciencia de un pueblo que día a día permanece estoico ante el saboteo y amenazas de una oposición llena de odio y amargura. Es por ello que todos y todas las revolucionarios que son las grandes mayorías de los venezolanos deben persistir en avivar el espíritu guerrero de la calma, en maximizar los comportamientos revolucionarios, en alimentar la conciencia como fuerza motora progresista de que nos asiste la verdad de los tiempos históricos, de que unidos estaremos demostrando cada día que la victoria es nuestra, que aquel 04 de febrero cuando en la madrugada Chávez vociferó la voz de todo el dolor de un pueblo no fue en vano, que su siembra da y dará sus frutos, y que la oposición apátrida y asesina más nunca volverá a tomar las riendas de este país.
Por eso es el ataque a Diosdado Cabello, es para desmoralizar a todo el pueblo. Por eso utilizan esa patraña. Un traidor que por unos denarios vendió su conciencia y alma al diablo Estados Unidos. Una vil treta montada con el desprestigiado y asesino ABC de España, un estercolero mediático que en aquella oportunidad publicó una foto bajada de Youtube señalando que era Chávez. Toda una bajeza ética del ejercicio del periodismo. Por eso hoy, que recién recordamos y celebramos el 04 de febrero del 92, cuando esa unidad cívico-militar, unió al pueblo en sus luchas, hoy más que nunca debemos seguir en ese amor, en esas unidad, en esa lucha, en esa batalla y en esa victoria, para así seguir honrando la memoria del comandante Hugo Chávez Frías.
