Un partido episcopal que no oculta su careta

“La religión es el suspiro de la criatura agobiada, el estado alma

de un mundo desalmado, porque es el espíritu de los estados

de alma carentes de espíritu. La religión es el opio del pueblo”  
Karl Marx

“¿Te diste cuenta, camarita, que ya los curas se quitaron la careta?” fue el saludo de Anacleto casi con un susurro. “Ya no esconden que forman parte de un Partido Episcopal y salen a hacer política abiertamente”. Esbozó una leve sonrisa y continuó: “¿Acaso visitan los barrios y a tanta gente, niños entre ellos, que pasa hambre, no por capricho, sino porque no tiene una mano amiga, como deberla ser la Iglesia, que le ayude? Entonces, ¿por qué van con su cara bien lavada a visitar a unos políticos presos por violar el quinto mandamiento de la Ley de Dios? Ah… es que esos son ciudadanos decentes de familias honorables. ¡No me fuñas!”. Miró a su alrededor y con un dejo de amargura finalizó: “No, que va… ellos se echan sus tres buenas papas al día y luego sus respectivos tragos, para que les ayuden a hacer la digestión, y luego del almuerzo que nadie los moleste porque están reposando. ¡O sea!”.

Los venezolanos y los extranjeros, que hacemos vida en nuestra hermosa patria, vemos con estupefacción el cinismo de estos señores que se hacen llamar “representantes de Cristo en la Tierra”. Los vemos vestidos con trajes de seda como los emperadores de otrora; los vemos vivir cómodamente y alimentarse opíparamente; andan en “humildes” Fortuner y Tahoes (¿verdad Vasaltar, digo Baltazar?); tienen su vida bien resuelta. ¿Es ese el ejemplo que les dio Jesús? O quizá no entendieron aquello de “Dejad que los niños vengan a mí” o “primero pasa un camello por el ojo de una aguja que un rico al reino de los cielos”.

Es cierto que la situación por la que estamos atravesando no es fácil, por todas las guerras inducidas a las que la carroña opositora y sus aliados del norte nos tienen sometidos. Pero que ellos estén de acuerdo con el accionar de esa basura es algo difícil de comprender. ¿Será que así pastorean? ¿Será que se olvidaron del octavo y décimo mandamiento de la Ley de Dios? ¿Será que su Dios ahora no se llama Jesús sino “Dinero”? ¿Será que su proveedor ahora no es Cristo sino el imperio?

Ya no me causa asombro el que los medios de la Iglesia, como NCTV, transmitan un comunicado del Partido Episcopal, solidarizándose con López y Ceballos, conocidos como “el monstruo de Ramo Verde” y el “Toro”, dos políticos presos por ser los causantes de la muerte de CUARENTA Y TRES venezolanos y más de ochocientos heridos, sólo el año pasado, para saciar sus ansias de poder. ¿Y los demás presos del país, qué? Tampoco me causa asombro que se solidaricen con carroña como “Mitzy Pera de Boxeo” que exige respeto pero que utiliza expresiones como “la rata de Hugo Chávez”, para referirse a nuestro Gigante. El respeto no se exige, el respeto se gana.

Monseñor Diego Padrón, presidente del Partido Episcopal, Mons. Roberto Lücker, Presidente de la Comisión de Medios de Comunicación Social y el Cardenal Urosa Savino, de la Junta directiva, al mejor estilo de los dirigentes adeco-copeyanos, encabezan los ataques contra el Presidente Obrero, porque es chofer de bus, y contra el gobierno que el pueblo se dio, tratando de hacerle creer al soberano que “Maduro teme reunirse con el Papa, luego de la visita de Mons. Lücker” y que por eso inventó su enfermedad. Ah, pero las enfermedades de los políticos presos por delincuentes, para que les den casa por cárcel, esas, esas si son verdad.

Por eso vemos a los cagatintas o “Heraldos Negros”, como los llamara César Vallejos, especulando con el tema “La Iglesia como factor político contra Maduro y su nefasto Gobierno” y asegurando que Nicolás no aguantará los sermones de los curas, que “le abrirán los ojos a la gente para salir de esta dictadura”. Esto demuestra que los curas y la propia Iglesia forman parte del plan desestabilizador del imperio y de la carroña opositora. Imagínense, Roberto Lücker dice haber “alertado” al Papa sobre la crisis carcelaria y la violación de los derechos humanos de los “presos políticos” en Venezuela. (Sic) “De todas las violaciones está enterado el Santo Padre, él me manifestó su preocupación por Venezuela y del mundo; él está informado por nuestro interlocutor en Roma, él sabe que necesitamos ayuda pero cómo la ofrece si el gobierno no quiere escuchar a nadie”. ¿Sería que Lücker andaba, como de costumbre, bajo los efectos de sus adoradas birritas?, porque hasta andaba mostrando en el Vaticano una bandera venezolana con siete estrellas. ¿Será que él desconoce los símbolos patrios? 

A todas éstas, Mons. Diego Padrón dice: “Este es un Gobierno sordo y no escucha el clamor de la gente”. Yo le pregunto públicamente si él sufre de problemas auditivos que no escucha lo que declara el “señor” Lückert (sic) “Dígame esa broma, no puede ser que un país siga viviendo haciendo cola, para pedir limosna, miseria. Dígame la misión que yo llamo, “misión abre las piernas”, misión hijos de Venezuela, la niña tiene 14 años, tiene un bebé para que le den 500 bolívares, y después tiene otro para que le den más plata...” ¿Dónde quedó su voto de humildad que desprecia el que ayuden a los más necesitados? ¿Es que en las Iglesias no piden “limosna” durante la misa? Pero ante esto, Mons. Padrón, presidente del Partido Episcopal, calla.

A todos estos pseudo representantes de Dios en la tierra debemos exigirles que nos expliquen con qué moral hacen juicios políticos amparados por un “hábito”. Como dice la Dip Tania Díaz: “Nos hubiese gustado ver tal contundencia el año pasado, cuando el liderazgo político de la oposición mandaba a la juventud a la calle a destrozar las instituciones públicas, a atacar a otros venezolanos y algunos de esos jóvenes los mandó a la muerte”. La realidad es tal cual la explica una integrante del Comité de Víctimas de la Guarimba: “Las esposas de los políticos presos los visitan los fines de semana en la cárcel; los pueden tocar y compartir con ellos, mientras que nosotras visitamos a nuestros esposos e hijos en los cementerios”. ¿Se habrán reunido los jerarcas del Partido Episcopal con el Comité de Víctimas para escucharle, o tendrán todos otitis?

El ahora Cardenal Urosa Savino, ante un utópico triunfo en las próximas elecciones parlamentarias, debe ya tener pensado afiliar “oficialmente” el partido a la MUGRE (trad. de MUD del inglés) para participar del ansiado pastel. Aunque según sus propias palabras: “ante la magnitud de la crisis, los partidos políticos no han sabido proponer un proyecto alternativo de democracia eficiente y “varias agendas y proyectos personalistas” impiden la búsqueda del bien y un proyecto en el que participen todos los sectores sin exclusión”. ¿Entonces?

Lo más triste de todo es que no terminan de entender, con su actitud arrogante, por qué los pueblos pobres del mundo creen en aquello que dijera Carlos Marx: “La religión es el opio del pueblo”. Y junto a ellos, lucharemos por la liberación, mientras la carroña majunche lucha por la opresión. Por eso, ¡no volverán!

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Luis Semprún Jurado

Profesional, productor audiovisual, co-productor y co-moderador del programa radial El Ojo de la Ciudad en Maracaibo, estado Zulia

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