La primera ridiculez se la leí a Chuo Torrealba después que Tibisay Lucena anunciara que el 6 de diciembre es la fecha para la realización de las elecciones parlamentarias:" el pueblo le arrancó la fecha al gobierno". Es realmente una frase ridícula de quien cree que sus puntuales protestas mediáticas constituyen un movimiento de masas capaz de arrinconar al gobierno, además es tan pobre el argumento que ni ellos mismos lo creen.
Los únicos que inventaban todo tipo de especulaciones sobre la fecha de las elecciones eran ellos mismos, inventaron que serían en agosto para desmovilizar a la ultraderecha que pasa sus vacaciones en Miami, otros inventaron que el gobierno las pospondría para el año que viene porque estaba totalmente derrotado, otros más inventivos afirmaban que Diosdado y Maduro no se habían puesto de acuerdo con sus respectivas listas y por eso no se anunciaba la fecha electoral, lo peor es que ellos mismos terminan creyendo sus propias mentiras.
La gran verdad es que se anunció la fecha con prácticamente seis meses de anticipación, las pocas huelgas de "hambre" simbólicas las tuvieron que levantar, incluso la de Leopoldo López que fue ignorada no sólo por el gobierno sino por sus propios colegas de esa jauría de líderes opositores que hoy quieren imponer la tarjeta única como tabla de salvación ante la cruda realidad de que serán nuevamente derrotados viéndose una vez más obligados a afirmar que hubo fraude. Todavía estamos esperando la cuenta de Capriles que dijo que él tenía otros números y mandó a sus seguidores a expresar su arrechera en las calles y terminamos con más de una docena de muertos en las pasadas elecciones presidenciales.
Otra ridiculez es que la derecha rancia de la oposición trae lo peor de la derecha internacional con Felipe González a la cabeza, a inmiscuirse en la política interna creyendo que con eso capitalizaran el chavismo descontento. De verdad que son ridículos al pensar que el pueblo chavista no sabe para que usaría la oposición una mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional, a las Misiones y Grandes Misiones buscarían como eliminarlas y finalmente usarían una mayoría parlamentaria para destituir al hijo de Chávez al camarada Presidente Nicolás Maduro, que es lo que han intentado hacer con guarimbas, paramilitares, guerra económica e intervenciones imperiales.
El PSUV salió de sus primarias, ahora hay que avanzar en la plataforma unitaria con todos los partidos y frentes sociales del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar.
