El video asqueroso presentado en televisión, por Diosdado Cabello, en su programa “EL MAZO DANDO” y retransmitido por otros medios de comunicación demuestran una vez más la posición racista, discriminatoria, y misógina que mantiene permanentemente la oposición venezolana.
Ya no se trata de agredir, a los ciudadanos negros, sino también en contra de los indios, homosexuales y el odio visceral en contra de ese ser maravilloso, querido, amado, respetado y creador de seres como es la mujer. Es lo que común mente se llama misoginia, el odio a las mujeres.
Lo han hecho muchas veces en sus manifestaciones violentas; recordemos el caso de Nixon Moreno, dirigente estudiantil de la oposición en Mérida, involucrado en hechos violentos en el 2007, en Mérida, donde incluso trató de violar a una mujer policía; se refugió en la Nunciatura el 13 de marzo de 2007 y recibió el “Asilo Diplomático” de parte del Vaticano (26 de agosto de 2008), a pesar de ser acusado por la Fiscalía venezolana de ”Homicidio intencional, en grado de frustración” a una funcionaria policial y de “actos lascivos violentos en contra de la policía Sofía Aguilar en grado de cómplice necesario”. Luego lo dejaron escapar por la misma complicidad interna que había en la Nunciatura.
El racismo, la discriminación y la misoginia, existió durante todo el período punto-fijista y fue con el gobierno de Hugo Chávez y la Revolución venezolana, cuando se les dio el trato justo a estas aberraciones odiosas inclusive incorporadas como ley en La Constitución Bolivariana.
En el título III de los derechos humanos y garantías, y de los deberes. En el artículo 21, se establece: Todas las personas son iguales ante la ley; y en consecuencia: 1.-No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona. También en El Capítulo VIII, se refiere a los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Todas las mujeres venezolanas incluyendo a las de oposición, han rechazado y condenado estos ataques en contra de la mujer.
El problema surgió debido a la reglamentación por parte del CNE (De paso legal), de la integración de las planchas para la asamblea Nacional. El 25 de junio, el CNE, a través de su presidenta Tibisay Lucena anunció la aprobación de una resolución para garantizar la paridad de género, en las candidaturas para las elecciones parlamentarias; por lo cual los partidos políticos deben presentar una composición paritaria y alterna de 50% por cada sexo.
Aunque las mujeres de la autodenominada mesa de la unidad democrática (MUD), celebraron la decisión, los hombres de la alianza opositora, entre ellos el Secretario Ejecutivo de la cúpula partidista, Jesús Torrealba, rechazaron la resolución del CNE, alegando que se trata de una maniobra para perjudicar sus candidaturas. La mayoría son hombres y apenas 17 son mujeres. Con esto quieren ocultar su carácter machista, discriminatorio y misógino, que siempre ha prevalecido en esa tolda política.
