Diosdado Cabello en su programa "Con el Mazo", que sintonizo todos los miércoles en la noche con interés y hasta placer, porque aparte de lo que el moderador representa en la política venezolana de hoy, pese la opinión que sus adversarios tengan de él, se sale de los cánones de esos espacios políticos donde se desbordan en "sesudos análisis" e intentan que uno, el simple televidente, les acepte como si ellos fuesen como aquella vieja publicidad ARS, la cual tuvo como slogan "déjenos pensar por usted".
Por el contrario, de manera abundante, Diosdado deja que sea el comandante Chávez, el compañero Chávez como prefiero llamarle, quien nos hable y reitere sus recomendaciones ante cada circunstancia; recomendaciones que no sólo son para quienes estamos muy lejos de estar en puestos de gobierno, aunque de éste mucho esperemos, sino también para quienes sí están, hasta el hijo del Furrial mismo.
Tanto es esto cierto que, días atrás, alguien, no sé si fue el mismo vicepresidente psuvista, quien anunció que a los electos diputados le harían firmar una especie de renuncia por adelantado, en caso que, supongo yo, en un momento dado discrepasen sustancial y públicamente u optasen por separarse del Psuv; quien esto escribe, no le pareció acertada e inteligente tal propuesta, porque era una manifestación de desconfianza contra quienes habían sido electos por las bases y una negación al principio de discrepar. Y en esto de discrepar, si tomamos como referencia al pensamiento chavista, es difícil saber, caeríamos en el mundo de lo subjetivo, quién estaría en lo cierto. Por lo demás, sería darle un argumento a los opuestos para hacer propaganda contra los revolucionarios, calificándoles como cautivos y hasta pusilánimes, de un lado y represivos e intolerantes del otro.
Pero, me sentí satisfecho cuando por un discurso del compañero Chávez, puesto por Diosdado mismo, donde aquél trata el asunto, se optó por proponer la firma de los diputados a un documento, mediante el cual se adhieren al programa chavista, que podría ser lo contenido al plan de la patria, como la lucha contra el capitalismo y el imperialismo y manifiestan su disposición de ser leales a eso, en sustitución de aquello de la renuncia anticipada.
También en ese programa, Diosdado a través de recortes de la propia prensa burguesa, deja que hable la historia y el cómo los socios del Pacto de Punto Fijo abordaban la cotidianidad venezolana, que no era otra forma sino "plan y plomo para los discrepantes" y genuflexión ante el FMI y el capital, tanto nacional como extranjero.
En ese "Con el mazo y dando" de ayer miércoles 1° de julio, Diosdado ofreció un video en el cual dos personajes, supuestamente de la rancia derecha y representantes de la "intelectualidad" de la MUD, pienso lo de intelectualidad porque integran el equipo que diseña la política internacional de ese sector, aunque el lenguaje les asemeja a estibadores de puerto oscuro, con el perdón de los demás estibadores, al intercambiar opiniones sobre la decisión del CNE, relativa a la paridad de género para las elecciones parlamentarias, califican de "burras, maricos e indios" a quienes beneficiados por esa decisión u otras, pudieran como oficialistas u opositores, formar parte del parlamento nacional. Por cierto, no sé por qué, quizás miraron de soslayo al hablar y evocaron alguna circunstancia, o se les pasó por alto hablar de "putas", ya que se limitaron a hacerlo de "maricos".
Y la denuncia no proviene de un comentario de uno de esos "compatriotas cooperantes", quienes acuden en abundancia al programa del "Mazo", lo que podría generar dudas, sino que es una grabación de una conversación telefónica.
Que el parlamento se llene de gente del pueblo, de mujeres que en gran medida son madres y víctimas del acoso del capitalismo, trabajadoras y trabajadores que han sufrido en carne propia las injusticias del sistema, maestros de escuela que saben bien de las dificultades de la vida porque la viven tal como el pueblo y la conocen en la mirada y voz de sus muchachos y hasta de ciudadanos del sexo diverso, quienes tienen todo el derecho a serlo porque la vida es como es y no como la cultura de farsantes quieren que sea, es "una idea grandiosa", para decirlo con una frase de Bolívar, que ahora se me apareció de golpe. Si vamos a cambiar la sociedad es lógico que ellos, los del pueblo, estén allí en abundancia, porque también, aunque la derecha lo ignore, sobra talento, honradez y abnegación. Además el cambio debe necesariamente parecerse en lo posible al pueblo.
Ese parlamento, compuesto por hombres y mujeres en paridad, indígenas hasta en mayor número, ¿por qué no?, mujeres y hombres trabajadores, seleccionados en los barrios, en las escuelas, en los frentes donde se suda para ganar la arepa, será mejor que otro nacido del viejo criterio burgués. ¿Por qué negarle a los compatriotas del sexo diverso entrar en esos espacios donde se legisla sobre asuntos que les concierne?
¿Con ese criterio reclamado por los dos difamadores de baja ralea, aunque sean "ilustrados de la MUD", quienes llegaban al parlamento?
Al margen de sus íntimos hábitos y costumbres que a uno nada interesa, iban allí "Mujiquitas", adulantes en el criterio gallegiano del poder y éste siempre asociado estaba al capital. También empresarios sin inserción en la masa de votantes pero con bastante dinero para comprar votos, buscadores de votantes y pagadores de una larga nómina de activistas y espacios publicitarios, para luego usar la curul con fines comerciales y retornar a su cartera lo invertido y mucho más. Iban al parlamento para negociar con el gobierno de turno en favor de sus finanzas. Para imponer proyectos en beneficios de sus intereses. Entraban al palacio legislativo como legisladores, periodistas o empresarios de la prensa o dueños de periódicos y televisoras, quienes intercambiaban su oportunidad de allí llegar por poner el medio respectivo al servicio de la parcialidad que con ello se arreglaban. Estos también iban allí con el mismo fin de los anteriores. Eran pues traficantes de baja calaña, filibusteros de oficio. Averigüen cuántas fortunas existen forjadas a partir del ejercicio parlamentario y la prostitución del deber.
Porque también llegaban políticos de profesión, con o sin título académico, cultos o ignorantes, con el fin de servir a los dueños del país y asegurarse que al final de su vida activa, llegados a la vejez, continuasen viviendo, si no con dignidad, por lo menos con las cuentas bancarias y otros activos en la cúspide.
Sí, llegaban al parlamento, como ahora también pueden llegar, señoras de cuyo buen vestir, "decentes hábitos" y apariencia, negaban toda posibilidad que se les calificase de burras, según el criterio de los dos chismosos de la MUD, y otras inclinaciones naturales de la vida que a nadie hacen indecentes, salvo que allí se entregasen sensualmente a negociar los valores inherentes a la nacionalidad, patria y hasta su propio nombre y deber como funcionario presuntamente al servicio de sus electores a cambio de dinero y otras prebendas.
Lo bueno es que ahora, el pueblo, tal como es él, con defectos y abundantes virtudes, cultura e inclinaciones emanadas de su condición humana, en su autenticidad y amor profundo por su espacio y disposición a defender sus derechos e intereses, que son los mismos de Venezuela, puede entrar al parlamento en buena medida por la hazaña de Hugo Chávez.
Pero lo curioso es que esos dos "virtuosos intelectuales" fueron tan poco inteligentes y cuidadosos que tales calificativos los aplicaron, quizás deliberadamente, por machistas, a las mujeres y hasta "indios" que en la MUD pudieran aspirar a entrar al parlamento. Para ellos, sólo los tocados por "la divina providencia" tienen derecho llegar a esa instancia.
En muchos casos, de lo que antes llegaba al parlamento, quizás envuelto en lujoso paquete, distinto a lo que ahora llega, podía ser no sólo digno de desconfianza, sino obligaba a taparse la nariz.