Los efectos del plan macabro orquestado por la derecha elevada a enecima potencia, sin esconder nada; socava a un ritmo inocultable y está mostrando resultado; sobre todo en la desclasada clase media, que va en tendencia acelerada a ocupar el puesto que rechazan, directo sin opción de evitarlo, al foso que se crearon.
En la desesperación de la ignorancia, vienen apoyando formas impuestas por la recalcitrante derecha y las deformaciones empiezan a pasar factura, acompañada de alienante desesperación consumista.
No pueden seguir despilfarrando como acostumbran y los efectos se empezaron a mostrar.
Ellos como clase media eran los de mayor ostentación, endeudados hasta los tuetanos con las tarjetas de crédito; sólo para aparentar, imitando a una clase que los desprecia y sin embargo sueñan con estar de ese lado. Ya no pueden retroceder, forzaron demasiado el molde y lo rompieron; la desesperación por sabotear el proyecto revolucionario los confundió demasiado, dejando consecuencias notable; no pueden hacer lo que antes, con tantas deformaciones hacían.
Introdujeron en sus filas criminales que ahora no pueden controlar y se están destruyendo a lo interno, descuartizando a sus seguidores, perdieron el control de su dirigencia.
El PUEBLO llano está también pagando consecuencias del error, se siente con menos fuerza, aunque se reconocen como tal y es más fácil aceptar en conciencia que la guerra económica la patrocinan los enemigos a los que no se quieren parecer y los desclasados al contrario defienden, traicionando la naturaleza desu existencia.
En fin, si el PUEBLO reconoce al culpable de la guerra, en conciencia sabrá que camino seguir y asumirá consecuencias, porque siempre a estado en LUCHA y no va ahora, después del trecho andado rendirse, menos volver a lo sería peor a lo que en este momento vive lleno de esperanza LUCHANDO , porque sabe, que PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.