"Si a mi me matan y me muero, responsabilizo a este gobierno"
Manuel Rosales

Anacleto estaba muy risueño cuando me encontré con él. Hacía tiempo que no lo veía así. Me abrazó e inmediatamente comenzó: "Camarita, camarita… ¡qué te parece!, cayó un palo de agua y le arruinó el teatro a la oposición con lo del anuncio del regreso del prófugo. ¿Qué pasaría en el imperio si alguien pone una tarima para reproducir por video-conferencia las declaraciones de un prófugo de la justicia? ¿Cuántos años les darían a los organizadores? Y luego salen a gritar que aquí no hay libertad de expresión". Me ofreció un cigarrillo, me ayudó a encenderlo y continuó: "Ellos apuestan que con las declaraciones del narcojuez Aponte y con el recule de José Luis, se acabó el juicio contra Piro Piro. Están más perdidos que el hijo de Lindbergh". Apagó el cigarrillo en el cenicero, bebió un sorbo de su marrón y dijo: "Cómo justifica un maestro de escuela, alcalde y gobernador tener rebaños de ganado, cuando él mismo ha dicho por teléfono cuánto cuesta una vaca".

Estuve leyendo la entrevista a Paúl Aponte, magistrado de la Sala Penal del TSJ que ocupa el cargo dejado por el narcojuez Aponte Aponte, publicada en un periódico regional. En ella deja claro su inquietud sobre las declaraciones de éste, desde su "auto-exilio". Cito: "Ahí es donde está el detalle, no sólo con esos magistrados, sino en todas las áreas, que cuando pasan al otro bando hacen los señalamientos después que dejan el ejercicio del cargo. Si uno realmente y efectivamente está consciente de lo que está sucediendo, que lo que pasa es lo que no debería ocurrir, entonces me surge la interrogante: ¿por qué no lo realizaron en el ejercicio de sus funciones?".

Traigo esto a colación, porque me llama poderosamente la atención la algarabía que ha montado la MUGRE respecto al supuesto regreso del prófugo. Entiendo la alegría de Enrique Márquez, antes dirigente de la Causa Rota y ahora directivo del partido que tanto adversó en el pasado, UNT (en la calle le dicen "Una Nueva Trampa"), ya que él fue señalado, como uno de lo beneficiarios de la repartición por parte de Manuel, de 400 millones de bolívares fuertes, junto a Gustavo Azócar, Stalin González, César Márquez y alguien con el apodo ‘’Bola de fuego’’. Pero, que la dirigencia de ese perol vacío se alegre es raro. Es más, deberían estar preocupados, porque de ser verdad, le quitaría el puesto a tanto inepto que sueña con gobernar nuestra patria.

El delito que se le imputa al prófugo, de enriquecimiento ilícito, está previsto en el artículo 73 en concordancia con el artículo 46, ambos de la Ley Contra la Corrupción. Jamás leerán de mi pluma que yo le llame "ladrón" o "corrupto", porque eso sólo lo pueden determinar los tribunales de justicia. Pero el apelativo "prófugo" lo define muy bien porque existe un expediente abierto, con una acusación de la fiscalía, pendiente de sentencia: a favor o en contra. Pero como no dio la cara…

Se dice que entre las acusaciones consignadas ante el Ministerio Público contra Rosales se encuentran: caso Lotería del Zulia (evasión fiscal por un monto de 19 millones de Bolívares); compra de mansiones en La Virginia (¿será donde vive la Alcaldesa?), en Maracaibo, y en Miami, USA, por un millón y medio de dólares, 799 mil dólares y 306 mil dólares; registro de 13 empresas cuyos activos superaban los once millones de dólares; depósito ilegal de divisas en cuentas internacionales; compra de 400 reses y donación fraudulenta de unos 300 vehículos (camionetas y motos) de la Gobernación del Zulia. Pero el caso que sustenta la Contraloría General de la República, de enriquecimiento ilícito hasta ahora demostrado, es por ingresos de 147,000 bolívares fuertes (casi $70,000 para entonces), supuestamente injustificables. El caso de los fundos Monte Bello, Tamare, Las Piedras, Las Palmeras, Araujo, Agropecuarias La Bonanza y Santa Teresa, las haciendas Rancho Monte Verde, Santa Isabel, El Zamuro, San Miguel, Matera Nueva, La Valenciana, El Rosario, y otras 10 fincas, parcelas y conucos, no se han ventilado aun.

En un artículo anterior mencioné que el otrora dirigente del PPT y ahora aliado de la oposición, José Luis Pirela, fue el más acérrimo acusador de Rosales, alegando que éste presuntamente había utilizado fondos del Estado, en asociación con tres de sus hermanos, para adquirir haciendas, fundos y terrenos por un monto superior a los 410 millones de bolívares (unos $190,000) y solicitó a la Fiscalía investigar el origen del dinero utilizado para la compra de esas propiedades, (Montebello, Rancho Grande y Aranjo) ya que "ninguno de ellos (los hermanos de Rosales) ha tenido capital para adquirirlas". ¿A eso fue que lo "obligó" Aponte Aponte, a solicitar investigar el origen de esos fondos? De ser cierto, ¿cómo se justifica la difamación e injuria, penada por cierto por las Leyes venezolanas?

Según declaraciones del entonces Diputado Mario Isea y de Isaías Rodríguez, existen grabaciones del alcalde mientras ordenaba depósitos en sus cuentas por varios millones de dólares en "RTC Internacional Group". Muchos escuchamos un audio, presentado en la TV nacional, en el que, supuestamente, Manuel giraba instrucciones telefónicamente, para el otorgamiento de lujosos relojes, como regalos para dueños de medios de comunicación y activistas políticos. Los denunciantes aclararon que la forma de actuación de Rosales y sus socios siempre era la misma: primero ponían las empresas a nombre de Maritza Bastidas o un tercero, y después cambiaban la directiva y el domicilio. Por cierto, Maritza Bastidas, su "secretaria", según lo que se denuncia, adquirió propiedades millonarias en Miami que nunca podría justificar con su austero sueldo de la gobernación. ¿Sería una de sus testaferros?

El teatro que la lluvia suspendió hoy (culpa’e Chávez) no era mas que otra babosada de Manuel. Le han hecho creer en el triunfo de la oposición el próximo 6D y que lo liberarían de las acusaciones. Pero ese es un gallo jugado, aunque la gente dice que "y que pataruco", y sabe que no puede arriesgar ni un día de la cómoda libertad que vive en Panamá. Si se arriesga en venir para ir a prisión o no, sólo lo sabe él, porque el recule de José Luis y la declaración del narcojuez, en nada cambian la realidad de su situación. Por cierto, ¿qué pasaría con la acusación de recibir sobornos de la empresa alemana Siemens para la construcción del metro de Maracaibo? La Siemens reconoció que había pagado ciertas sumas para conseguir el contrato, sin decir nombre alguno.

En los corrillos se comenta que, con el cúmulo de elementos que se han presentado, se le puede decir al país que no hay ninguna excusa, y mucho menos pruebas, que demuestren que el juicio contra Manuel Rosales no deba seguir en pie. Quizá algún día, la carroña opositora lo entenderá y se dará cuenta de que el pueblo ya conoce a sus verdugos y que por eso ¡NO VOLVERAN!

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