La oposición ha perdido el sendero. Ya no hay ideas que proponer. Modelos que debatir. El discurso está agotado. Sin duda, una frustración que ni siquiera sus grandes “intelectuales” pueden explicar; y aunque en el fondo conocen las causas de este debacle, jamás las asumirán porque en definitiva eso sería aceptar tácitamente que han perdido la confianza de la mayoría del electorado.
Por eso hicieron lo imposible para intentar revocarle el mandato del presidente Chávez en el 2004; en algún momento dijimos que esa sería la última oportunidad opositora, y el tiempo nos ha dado la razón. Cómo decir que la economía anda mal, cuando cifras de Fedecámaras y Consecomercio, los mismos que se unieron al paro golpista en el 2002; dicen que las ventas han aumentado de manera sostenida en todos los renglones; al punto que en este año, la demanda superó a la oferta en venta de vehículos nuevos.
Hoy la economía venezolana vive su mejor momento. No sólo es el aumento consecutivo y vigoroso de la propia economía en términos absolutos, sino que seguimos creciendo con bajas tasas de inflación y desempleo. Los aumentos salariales continúan mejorando la capacidad adquisitiva de los trabajadores. A partir de mediados de 2006 entrará en funcionamiento la línea 4 del Metro de Caracas y el otro tramo hacia Los Teques. También será inaugurado el Metro de Valencia, y el Trolebús de Mérida, y probablemente el Metro de Maracaibo. El Tren desde Los Valles del Tuy hasta Caracas, el segundo puente sobre el Orinoco, lo cual aunado a los desarrollos hidroeléctricos, de viviendas y otras de similar importancia en diferentes áreas de infraestructura, señalan claramente que no hay discurso que valga ante estos hechos.
Del mismo modo, los logros sociales han apuntalado una gestión de atención a los sectores populares: Barrio Adentro y las misiones son el comienzo de un bienestar centrado en el propio ser humano, el cual fue confiscado por elites, quienes no sólo se conformaron con saquear a un país, sino que desmantelaron la educación y salud públicas en detrimento de las grandes mayorías. ¿Qué pueden proponer ante esta realidad? Sencillamente nada.
Es por ello, que sólo les queda descalificar al CNE. Apuntalar un discurso en el cual no “existen condiciones” para ir a elecciones presidenciales. Intentar por todos los medios de “recalentar” la calle, y buscar unos cuantos muertos en alguna marcha o concentración opositora para generar una posible desestabilización. La oposición ha muerto electoralmente. Sólo les queda el Golpe de Estado como única forma de acceder al poder. Pidamos a Dios porque prive la sindéresis.
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