Es sorprendente que una mujer haya obedecido, como un corderito, es decir, sin protestar y sin oponer ningún tipo de resistencia, las órdenes de un coronel que le manda quitarse, como ella lo dice en un audio que fue transmitido la noche del pasado miércoles 20 de enero en curso, en el programa "Con el mazo dando", el vestido, el sostén, las pantaletas y hasta la toalla sanitaria que tenía puesta porque le había venido la menstruación.
Pero nos asombra más aún este bochornoso episodio, porque ella a ese coronel, en un video anterior que pasó Diosdado Cabello, le gritó en voz alta y lo amenazó con denunciarlo por violarle los derechos humanos, opte por dejarse humillar de esa manera y callada la boca…
Estamos absolutamente seguros que ninguna mujer que se precie de serlo y menos una que haya pretendido mostrarse como valiente y corajuda luchadora por los derechos humanos y que en esa tarea recorrió ya varias veces el mundo occidental y cristiano, recibida, además en esos viajes por altos líderes no sólo de los propios gobiernos en audiencias especiales, sino de los partidos opositores de la derecha y, también, de los llamados social demócratas y/o cristianos, como los adecos y los copeyanos de aquí, se quede en cueros, sin chistar…
El propio audio ya nos indica que todo fue una asquerosa maniobra para enlodar no sólo la reputación de un soldado de la República, el coronel José Viloria Sosa, director de la Cárcel Militar de Ramo Verde, sino a al resto de los soldados de la Patria y para lograr con ello que nuestro país sea condenado por abuso a los derechos humanos y de esa manera concertar dentro de la OEA, con Almagro a la cabeza, la aplicación de la Carta Interamericana y, luego, no tengamos la menor duda, la ejecución del decreto de Obama declarando a Venezuela amenaza "inusual y extraordinaria" a la seguridad de los Estados Unidos.
Es realmente una vergüenza en extremo que una mujer así misma se juzgue tan mal, pues no otra cosa ha hecho la señora Tintori al afirmar que las autoridades carcelarias de Ramo Verde la hayan sometió a un vejamen tan atroz y de tanta vergüenza como ese que afirma haber recibido durante una visita rutinaria a la cárcel a ver a su esposo y que lo haya consentido, repetimos, mansamente…
Para el resto de las mujeres de la Patria la conducta de esta señora es, sin la menor duda, un grave insulto, pues las coloca como seres sumisos y presas fácil de cualquiera que ose vejarlas y ofenderles de forma tan degradante, lo que dista mucho de ser la digna y valiente mujer de esta Patria llena de heroínas.
Este audio debe ser divulgado tanto como se pueda, pues no es posible que en el país se sigan fraguando y diseñando campañas desestabilizadoras y golpistas sobre la base de maniobras repudiables y mentiras de todo calibre...