"Lo que se llama "opinión pública" está estrechamente vinculado
con la hegemonía política, o sea que es el punto de contacto
entre la "sociedad civil" y la "sociedad política",
entre el consenso y la fuerza."
Antonio Gramsci
Cuando llegué al café me llevé una sorpresa: encontré a mi amigo Anacleto escuchando pacientemente a un individuo de aspecto aburguesado. Al verse, y casi sin inmutarse, levantó su mano para saludarme. "Disculpe, pero ha llegado la persona que esperaba y debo atenderla", le escuché decir y sin más, se levantó de su silla para estrechar mi mano y cambiar de mesa. "Buen día, camarita, algo retrasado. ¿Qué le pareció la sesión ordinaria de hoy en la AN?" fue su saludo, aunque guiñándome el ojo. "La decisión de formar una comisión para revisar la selección de los nuevos magistrados del TSJ y los anuncios de revisar todos los acuerdos internacionales del país, así como el haber negado el Decreto de Emergencia Económica y haber anunciado que al gobierno le quedan seis meses a lo sumo, indican claramente que quieren iniciar una cacería de brujas cual Tribunal Inquisidor Moderno. Se llenaron la boca con propuestas de inclusión, unidad y democracia, así como de resolver el problema de las colas, pero lo que han discutido hasta ahora no tiene nada que ver con las soluciones de los problemas económicos que le ofrecieron al pueblo. Da pena ajena escuchar a Carlos Berrizbeitia explicar que lo de ‘la última cola’ no era más que un eslogan de marketing publicitario que usaron en su campaña; que la oferta de acabar con las colas no era una intención real de la MUD, sino un elemento de marketing político; que las colas ‘no se van a acabar hasta que se cambie el modelo de gobierno’. Es decir, que reconoce el engaño al que sometieron a los votantes en las pasadas elecciones parlamentarias y su intención de tumbar al gobierno. ¡O sea!"
Tenía yo razón aplicar la Ley de Murphy, de ‘piensa mal y acertarás’, sobre todo luego de escuchar las declaraciones de este hombre, porque "señor" le queda grande, y un audio de Monseñor "birrita" Lücker donde se pregunta: "¿Qué proyecto de país le ofrece la oposición al pueblo?" y él mismo se responde: "Que yo sepa, ninguno".
Los que piensan que la oposición está entrampada, como lo hacía yo hasta hace poco, están equivocados. Fíjense que su campaña electoral fue fuñir al pueblo durante un par de años, pero de manera intensa, con sus guerras económica, psicológica, mediática, alimentaria, y pare de contar. El gobierno no se dio cuenta de ello a tiempo y he ahí su error más grave: pensar que no querían participar del proceso electoral. No se dio cuenta de la trampa. Sabía que estaba en proceso un "golpe suave" pero no se tomaron el tiempo de concienciar al pueblo para que supiera defenderse. Y las colas, el acaparamiento, el bachaqueo, los apagones, entre otros, así como la falta de mano dura para las sanciones, nublaron la vista de los electores que se decidieron por el voto castigo contra quienes eran señalados como culpables de la crisis: el gobierno. A eso tenemos que sumarle el "paguen la arrechera" y las guarimbas, con sus muertos y sus heridos, y nadie fue. Y el pueblo cegado por la rabia, votó contra sí mismo. Habían tenido éxito en la primera etapa de su plan. Ahora, a poner en marcha la segunda.
Hoy, apenas a pocos días de haber asumido los o-pocetas sus curules, hay muchos arrepentidos de lo que hicieron. Las últimas encuestas así lo demuestran cuando indican que más del 59% de los encuestados aspiran a que sea el gobierno quién resuelva los problemas por los que estamos atravesando, en especial en tiempos de desplome de los precios del petróleo a nivel internacional. Pero eso no entra en los planes de la majunchería. Ellos seguirán, como hasta ahora, de espaldas al pueblo, con el mismo discursito de que "el gobierno es culpable de la crisis" y no la guerra económica inducida por ellos, y que ellos "apenas van llegando", por lo tanto no pueden haber aún buenos resultados. Estos llegarán cuando "tumbemos" al gobierno que nos dimos en elecciones abiertas, transparentes y democráticas.
Si hacemos un análisis detallado de los "nuevos" diputados de la oposición nos damos cuenta de que de nuevo no tienen nada. Son los mismos carcamanes del pasado que tanta miseria han traído al país y que con políticas de exclusión dieron origen a estallidos sociales como "El Caracazo"; que formaban parte de los gobiernos pasados que tenían la costumbre de suspender las garantías constitucionales, entre ellas las de la "libertad de expresión y pensamiento" y aplicar la "Ley de Vagos y Maleantes". En Internet existe suficiente material para que podamos ilustrarnos con los "discursos" del novel y joven dirigente adeco Henry Lisandro Ramos, durante su participación en los gobiernos de la IV. Ah, y la implementación de altas tasas de interés.
Fieles a sus costumbres, ya dieron las primeras señales de lo que piensan poner en práctica: tratar de desmontar todos los beneficios sociales obtenidos en los años que lleva la revolución y los convenios internacionales que les incomoden. Para ello piensan interpelar a todos los ministros y desaprobar su gestión, lo que obligaría al Presidente a destituirlos; tratar de pasar la Ley de Amnistía pero no para todos, sino para liberar y proteger a sus amigotes, y protegerse a sí mismos. Muchos de ellos no quieren que liberen al "niño bomba". Sus razones tendrán. Olvidan que todos los días despertamos con el mismo Presidente y con el mismo pueblo, que los tiene en la mira. Mientras el pueblo siga apoyando el Decreto de Emergencia Económica y nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana apoye la constitucionalidad y su calificativo de "Bolivariana", se les hará cuesta arriba implementar la intervención extranjera, que es su plan principal: vender la patria al imperialismo. Bueno, pero en algo tienen que ocupar su tiempo, ya que no tienen un proyecto de país en el cual trabajar. Por las sesiones ordinarias, la AN bien podría llamarse ahora "La Gallera Nacional".
Lo único que han propiciado es el odio fraticida y la exacerbación de un "antichavismo" radical, que disfrazan diciendo que "Chávez era bueno, el malo es Maduro", cuando estamos claros de la repugnancia que le tenían a quién no pudieron vencer en vida y el pánico que le tienen a su memoria. En su beodez piensan que se acabó la época de veda y que ya pueden salir a cazar chavistas. Siguen equivocados, porque esta inquisición moderna no tendrá el éxito que anhelan, sino más bién le creará dolores de cabeza. ¿Cómo piensan anular la designación y juramentación de los nuevos magistrados del TSJ sin la anuencia del Poder Moral? ¿En que se basarán para enmendar la Constitución a la que tanto se opusieron? ¿O han escuchado al constituyentista Herman Escarrá exponer los instrumentos de que dispone el Ejecutivo Nacional para enfrentarlos? ¿Suprapoder? ¡Yo te aviso!
Pregunto de nuevo: ¿Se deslindará parte de la opudrición de esa nefasta práctica politiquera? ¿Dejarán de tratar de desviar la atención de los problemas que prometieron resolver? ¿Asumirán en verdad el rol para el que fueron electos? Porque ya se les ven las costuras. Y para el chavismo la única consigna válida hoy es estar en las calles y organizados, pero además alertas, porque con éstos nunca se sabe. Es hora que conozcas a tus verdugos. Es hora que conozcas a quienes te volvieron a tomar por pendejo. Es hora de que les exijas que cumplan sus "promesas" y que ahora alegan que fueron eslóganes electorales publicitarios.
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