En Margarita, cuando una persona se cría más inteligente, cristiano y “sabiendo” que uno y suponía además, que podía marearnos con su supuesta sinceridad y honestidad intelectual, muy rápidamente y sin muchas explicaciones, nos salía la expresión: no seas bolsa. Esta muy cortas frase, servían para colocar oportunamente al tipo en su sitio.
En el caso que paso a considerar, que es el de Eduardo Fernández, creo que esta frase no completa totalmente su descripción, ni es útil para conocer lo que tiene de cristiano. Claro es una bolsa, en el sentido que tenía esa frase para un margariteño que está hoy sobre los sesenta, pero ese ser que toda su vida se ha calificado de cristiano, es bastante miserable y un cínico.
El tema y la forma que escogió este viernes 18 de marzo para desarrollar su lecciones de cristianismo hipócrita, es una forma muy consecuente con esa condición de bolsa y cínico que tiene y ha tenido en toda su trayectoria como político durante más de 50 años.
Escogió como tema la moral y con el título: La Crisis de la Moral. Por supuesto hay una crisis moral en el país de la que Eduardo Fernández es un destacado autor intelectual y material, pero se escabulla y nos dice que una gran parte de los venezolanos y venezolanos sufrimos de esta terrible enfermedad, meno él. Se fundamenta básicamente para colocar en evidencia esta crisis de la moral, los sucesos de Tumeremo y en las violaciones del derecho a la propiedad.
El cínico y bolsa EF, se “olvida” de aquellos borrones y cuentas nuevas muy frecuentes en todo el lapso de tiempo en que fue un “destacado” político venezolano y responsable de la conducción de su partido COPEI. Ese borrón y cuentas nuevas, era una violación flagrante al derecho de la propiedad, porque COPEI y AD decidían que hacían con el dinero de la renta que le daban al sector privado en créditos que no pagaban y luego venía otro borrón y cuenta a nuevos créditos que no pasaban. Los Partidos y “empresarios” se apropiaban de los recursos de los venezolanos. Una violación al derecho de la propiedad que seguramente le resolvió la vida a EF para vivir hoy practicando el cristianismo con una visión cínica, que es todo lo contrario a lo que debe ser un auténtico hijo de Dios.
Pero digamos que esta es una menudencia de cinismo, frente a la otra cosa que ofreció en este artículo. El Caso de “Tumeremo” es la máxima expresión de ese cinismo. Lo de Tumeremo fue efectivamente una masacre que se lamenta y se actuó inmediatamente para conocer los hechos y los culpables. EF no se paseó por eso. Pero viéndolo bien esta es otra menudencia de cinismo. Hay otra espectacular.
Este EF que ya debe andar por sobre los 80 y de esos 80 tiene más de 50 en la política, no “sabe” distinguir por alguna razón cristiana, que entre ese lamentable hecho ejecutado por bandas de delincuentes y otras masacres ejecutadas por el Estado Venezolano en períodos de gobierno de COPEI y AD es mucho más cruel, inhumana y falta de moral cristiana. Una cosa es que unos delincuentes se maten por el oro y otra muy distintas, es que desde el gobierno de COPEI y cuando EF era jefe, se practicaran masacres con ejecución a sangre fría y sin darle la oportunidad a los hijos de Dios, que eran hermanos de EF. El tiro de gracia que les dieron a muchos jóvenes (Masacre de Cantaura) acababa con esa hermandad y nos recuerda hoy el cinismo de este cristiano.
Dice EF: “En la cultura cristiana CREEMOS que cada persona por humilde que sea su condición social, tiene una inmensa dignidad. Cada humano es hecho a imagen y semejanza de Dios. Es criatura de Dios. Es hijo de Dios. TODOS SOMOS HERMANOS”. Ese “por humilde que sea”, lleva su piquete de cinismo.
Lástima que EF no se acuerde de las masacres que ejecuto (era gobierno) en Venezuela. Lástima que EF no se acuerde como mancilló la dignidad de los venezolanos y venezolanos sembrando el hambre y la pobreza entre sus hermanos. Hay cientos de libros, investigaciones que. muestran cómo durante los gobiernos de COPEI y donde EF era jefe político creció la miseria y pobreza de sus hermanos.
Pero el cinismo de este “cristiano” que tiene por nombre Eduardo Fernández, llega a la cima, cuando en su consideración de esta crisis moral, se le pasó por alto, la ley de amnistía que pretende legitimar delitos graves moral y penalmente. Ahí no aparecen las 54 (43 + 11) familias hermanas de EF, que perdieron a sus familiares por una arrechera de Capriles y por la salida. Ahí no está su hermano que fue degollado con una planificación previa. Esto para EF no es nada.
Cínico es y bolsa también. No se molestó cristianamente por los 54 asesinatos que ocurrieron con la arrechera de Capriles, Leopoldo López y María Corina. Eso no fue violencia y parte de la crisis moral. Tampoco se molestó cristianamente por los tiros de gracias que le pegaron a muchos jóvenes en Cantaura y cuando era jefe de Copei.