Ama a tu prójimo como a ti mismo.
No matarás.
No robarás.
No codiciarás los bienes ajenos.
Ninguno de estos mandamientos querido Papa Francisco, los ha respetado esta oposición venezolana. Primero deben confesarse, y arrepentirse ante la Ley de Dios y pedir perdón públicamente, dar testimonio ante los hombres de su arrepentimiento sincero, y luego expiar y pagar ante la ley de los hombres cada una de estas culpas individualmente, como es el caso de los pocos que aún hoy están presos.
Perdonar: Perdón, nos dice la Biblia que entonces se acercó Pedro a Jesús, y le dijo al señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarle? Jesús dijo: "no te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete" Mateo; 18:22
El escrito de Carmen Castillo hoy publicado en la sección Voces, de Ciudad de Caracas, titulado: Y Francisco lo Sabrá....
http://ciudadccs.info/carmen-castillo-traviesoy-francisco-lo-sabra/
Nos trae a la memoria los mandamientos de la Ley de Dios infringidos por está oposición venezolana, y más directamente por los que están presos, y que ahora quieren libertar con la Ley recientemente aprobada por la A.N.B. llamada también por Juan Bimbas, la ley del olvido o de amnesia.
El perdón lo dejamos en manos de Dios, es el perdón que vale, el perdón santificado por el santísimo padre. El perdón de los hombres se basa en eso, en la Ley de los hombres, hecho por el hombre y como el imperfecto. O como aquella nombrada por la Biblia en el libro de leyes, conocida como Ley de Moisés, famosa por una de sus sentencias, "ojo por ojo y diente por diente", también llamada ley judaica.
El perdón y la reconciliación respecto a las muertes ocasionadas por las desenfrenadas acciones de las guarimbas en Caracas y otras ciudades, es una quimera, un sueño, y les voy a decir la razón. ¿Quién de nosotros puede perdonar a quien le ha matado a un hijo o hija, a un esposo o esposa, a un padre o una madre? Nuestro perdón nunca llegará al corazón, pues esta atado al alma a la conciencia, a nuestro recuerdo mientras estemos con vida, y al no poder olvidar nunca este hecho, ni mucho menos a quien lo ha ocasionado, "su asesino". Bien sea el hecho ocasionado, por una llamada a exteriorizar su arrechera, o aquel que llamó a la renuncia.
Convivencia y diálogo habrá, cuando exista arrepentimiento público y sincero, de estas y otras acciones delictivas cometidas por los ciudadanos presos por delitos que nada tienen que ver con política, "si con intenciones de derrocar asl gobierno". El asesinar es un delito común, el matar aunque sea por accidente, está penado, más aún cuando es intencional como en estos casos. Lo mismo el incendiar la propiedad de todos (del estado) los C.D.I. los Barrio Adentro, un kínder lleno de niños que milagrosamente salvaron sus vidas, autos y autobuses públicos y privados, incendios forestales y un largo prontuario delictivo anexo a estas acciones, murió un motorizado decapitado por un alambre puesto para tal fin en una calle de Caracas.
Habrá diálogo, habrá paz, querido Santo Padre Francisco, cuando haya arrepentimiento, público y sincero de la oposición venezolana. Que pida perdón al pueblo por tanta maldad, mentiras, lágrimas y sufrimientos que por su culpa ha padecido y padece el venezolano de a pie.
Quiero terminar con estas palabras dichas por Jesús, en el célebre Sermón de la Montaña.
No Matarás:
"Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio".
"Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda, ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel, de cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último delito". Palabras del Señor.