Te van a sacar los ojos sin tocarte las pestañas. Refrán Popular
“Verta, camarita, está llegando tarde y eso se pega”, fue mi saludo apenas apareció Anacleto, y solté una carcajada. Mi amigo se sonrió, agarró una silla y se sentó, no sin antes hacerle señas al mesonero para que trajera café. No me dio tiempo de nada porque inmediatamente dijo: “¿Se ha dado cuenta, camarada, como se está batiendo hoy el cobre? Volvió la intentona del chantaje y de las acusaciones baladíes que ya nadie toma en cuenta. ¿Será que piensan que pueden volver a engañar al pueblo y que éste, cual pendejo, tomará en cuenta sus señalamientos? De nuevo los ataques a la camarada Tibisay y al CNE, porque no les cumplen sus caprichos. Agreden a una mujer digna simplemente porque les recuerda que para activar cualquier proceso de elección popular se tiene que cumplir con los requisitos estipulados en las leyes y reglamentos de la República. Cuando ganaron sus curules el 6D no fue porque el CNE era transparente sino porque ‘los obligamos a mostrar los verdaderos resultados’: Da en verdad pena ajena escuchar las amenazas que a diario profieren, de las cuales minutos después se quieren desligar con aquello del ‘yonofuismo’ y ‘nunca dije eso’, pero que quedan grabadas en los medios audiovisuales y gravadas en la memoria de quienes los escuchan. Escuchar a Borges, a Capriles, a García, a Henry Lisandro y a unos cuantos más, a los que todos conocemos, ofender a las mujeres que ocupan altos cargos que ellos jamás podrían ocupar, como Tibisay Lucena, Luisa Ortega Díaz y Gladys Gutiérrez, es algo inconcebible. La envidia los ha convertido en misóginos y su incapacidad, su improbidad, su ineficacia y su ineficiencia los cataloga como tarados, porque aunque sabemos que todo ese proceder forma parte de un plan para gritarle al mundo que no los dejan cumplir con su trabajo parlamentario y que les ‘niegan’ sus derechos democráticos de activar un referendo, no deja de ser cierto que el pueblo los observa, los critica, los señala y los vuelve a repudiar. El CNE sólo es bueno cuando ellos ganan. O sea…”
Las últimas declaraciones de personeros de la derecha venezolana que hoy ocupan curules en la Asamblea Nacional dejan mucho que desear. Parece que no se reunieran y se escucharan entre sí. Viven en un eterno desencuentro entre ellos mismos y con la realidad, y en una eterna lucha a hacha, cuchillo y machete. Todos, sin excepción, son candidatos a algo y miran mal a quien los enfrente. La MUD sigue siendo lo que su traducción del inglés señala: MUGRE.
El pueblo observa estupefacto como todos los días alucinan sobre las “democráticas” rutas a seguir, sin lograr ponerse de acuerdo en ninguna, porque no la tienen. Hablan del referendo, de la enmienda, de la renuncia del presidente y del abandono del cargo, como si fueran opciones disponibles para lograr resultados a corto plazo; aprueban proyectos de leyes como el referendo y la enmienda, y no saben en realidad de lo que se tratan, porque al desconocer la materia los vuelven a raspar como en cualquier examen. No han aprendido nada de las lecciones, que, sobre constitucionalidad, les ha dado del TSJ y presentan unos adefesios jurídicos que cualquier estudiante de derecho les refutaría.
Ahora Tibisay Lucena vuelve a ser blanco de los improperios de estos descerebrados porque “no les quiere dar los… para activar un referendo revocatorio”, cuando es público y notorio que esa inquebrantable y valiente mujer venezolana ha declarado, públicamente, que les ha entregado en tres oportunidades y por escrito, los requisitos a cumplir para tal fin, pero que ellos se niegan a completar. De ahí, la serie de insultos.
Todo eso forma parte de su plan para justificar sus intentonas de violencia callejera y sus amenazas de desestabilización. Las palabras de Lorent Gómez Saleh hoy tienen más vigencia que nunca pues los “bajados”, todos gente de la izquierda, no pueden ser una casualidad, así como tampoco la verborrea utilizada por sus secuaces en las redes sociales que nos vaticinan una “limpieza política” cuando ellos tomen el poder. Y tienen la osadía de hablar de “reconciliación nacional”. ¡Vaya caraduras! Sólo espero que no los agarre una “horda chavista”, que es como ellos llaman a los colectivos, y les enseñe que el que a hierro mata no puede morir a sombrerazos, porque insisto en que no debemos caer en sus provocaciones. Ellos siguen buscando una explosión social para justificar una invasión gringa. Son tan apátridas que proponen que la OEA nos aplique la Carta Democrática Interamericana, sin tener los votos necesarios, para que nos impongan sanciones como las de los cincuenta años de USA a Cuba.
Su desespero radica en las expectativas que le crearon a sus seguidores, a los que llegaron al colmo de darles fecha para la toma del poder. Toledo, de VP, llegó a decir que el 26 de julio tendríamos “nuevo presidente”; Henry Lisandro dijo que no se puede esperar tanto, que hay que sacar a Maduro cuanto antes, y así pare de contar. Pero se han encontrado con que las órdenes recibidas, de sus patrones del norte, no son tan fáciles de cumplir como prometieron. Ganaron la mayoría en la Asamblea Nacional así sea con engaños y falsas promesas, que ahora alegan no haber hecho, pero no son el suprapoder que le quieren hacer creer a la gente, ya que dentro de la Constitución todo, fuera de ella, nada.
¿Qué hubiera ocurrido en Venezuela si nuestro bravo y noble pueblo no los hubiera favorecido con el voto? ¿Cuáles eran sus planes ante una posible derrota? Porque el CNE que los proclamó ganadores era en ese momento bueno y reconocido, y no estaba arrodillado ante el Ejecutivo Nacional. Pero como le exige que cumplan con los requisitos exigidos por ley para la activación del referendo, ahora es malo y a Tibisay le espera el INOF. De allí sus expresiones misóginas contra las rectoras, como en su momento tuvieron para con las doctoras Luisa Ortega Díaz y Gladys Gutiérrez, a quienes tampoco han podido chantajear. ¡Dios!
Las preguntas de las cien mil lochas rezan: ¿A qué le tienen miedo, a que baje el telón y la obra termine sin aplausos? ¿Qué pase el tiempo y el pueblo los siga desenmascarando? ¿Que su circunstancial triunfo se les convierte en sal y agua? ¿Que cuando cumplan los lapsos y logren activar el referendo ya el pueblo los mire como son y no les acompañen? ¿Que nos demos cuenta de que mientras el gobierno busca día y noche soluciones para enfrentar las guerras que ustedes han desatado contra el pueblo, ustedes ni siquiera hacen el quórum necesario para sesionar en la AN? ¿Aprendería ya Capriles qué se celebra el 19 de abril? Quizá es mucho esperar que tengan las respuestas apropiadas.
Empezó a llover y los precios del petróleo comenzaron a subir, y con ello nuestro país empezará a salir de dos graves problemas que enfrenta: agua para las hidroeléctricas y fondos para continuar avanzando en los beneficios populares. Que nuestra venganza sea que jamás olviden que ya el pueblo conoce a sus verdugos y que no lo podrán tomar por pendejo nuevamente.