Leímos su nota Referendo revocatorio de 2004 se hizo en 4 meses y no obstante que es cierto lo que allí usted dice sobre los tiempos que demandó la preparación del referéndum del 2004, debemos recordarle que, entonces, la oposición incurrió en miles de trampas en el proceso de recolección de firmas (firmas planas o igual grafía repetida ene veces, firmas sin cédula, muertos firmando, cédulas que no se correspondían con las firmas, etcétera, etcétera) que apuntaban a que una rigurosa revisión y validación de las mismas, hubiera llevado al CNE a rechazar la petición del referéndum y es allí donde debemos detenernos, porque más allá de que al Comandante Chávez no le paró a eso, sino que muy seguro de sí mismo, decidió aceptar el reto y fue al referéndum, está el hecho del intento del timo y el engaño como prácticas políticas que a todas luces debemos rechazar.
Debo decirle que no está solo en eso de creer que el Gobierno de Maduro no pierde ese revocatorio, nosotros lo acompaños, pues estamos absolutamente convencidos de que su victoria está asegurada, pues por encima de las tremendas dificultades por las que estamos atravesando, el pueblo, como dice esa vieja conseja, “ya conoce a su ganado”, sabe que los mayores responsables de esas dificultades es una oposición que cree posible tomar Miraflores por la vía de generar la desestabilización y el caos en el país, utilizando todo tipo de artimañas, no sólo escondiendo los alimentos y medicamentos e incitando a la especulación desmedida, sino a la violencia persistente y al crimen por encargo.
De manera que de lo que se trata, amigo Silva, es hacer valer la responsabilidad que tenemos los venezolanos, en general, de que una vez por todas adecentemos de manera definitiva las herramientas de la participación y el protagonismo que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999 nos otorga para preservarlas como un tesoro demasiado sagrado que demos respetarlas, a todo evento, impidiendo -como fuese necesario- que se intente cubrirlas de excremento cada vez que se les ocurra a determinados grupos de electores por intereses bastardos y, peor aún, para exclusivo beneficio de potencias extranjeras que para nadie es un secreto están empeñadas en acabar con la Revolución Bolivariana y más aún, exterminar de raíz a todo lo que huela a chavismo, para apoderarse de nuestras riquezas naturales, como las mantuvo en sus manos bajo férreo control por décadas hasta 1998.
Esa es la razón de mucho peso que, en nuestro caso particular, argumentamos para darle el mayor apoyo a los factores políticos de la Revolución y al propio Presidente Nicolás Maduro, de que se vigile, con la mayor rigurosidad y en todas sus fases, este intento opositor de realizar un nuevo referéndum y más teniendo a la mano unas normas muy claras del CNE que no existían para el momento del evento que se hizo con la intención de sacar del poder a nuestro Comandante Eterno, como son las contenidas en la Resolución que dictó tres años después, en 2007 (Normas para Regular los Referendos ... - Consejo Nacional Electoral).
Por tanto, creemos que “ya está bueno ya” que sigamos aceptando pasivamente que la oposición, con su irracionalidad y desesperación, continúe haciendo lo que le venga en gana para la toma del poder intentando recurrir, una vez más a la trampa, ante su fracaso repetido de lograrlo por la vía del voto. Es necesario que todos marchemos por el carril de la legalidad y echemos a un lado las opciones del fraude y el engaño como modus operandi en una democracia que cada día la queremos todos los venezolanos como un mecanismo ejemplar y de garantía absoluta para la preservación de la paz y la convivencia.
Y termino formulándole estas preguntas: ¿Usted está seguro que la oposición toda quiere y apuesta por el revocatorio? y ¿Si usted así lo cree, explíquenos, por favor, por qué la dirigencia de la MUD no lo solicitó el día 11 de enero, cuando sabía que a partir de ese día comenzaba el derecho de utilizarlo como el único mecanismo constitucional que existía para salir de Maduro?
Recuerde, amigo Silva, antes de contestarnos, que el plan opositor desde el mismo día que llegó Chávez a Miraflores apuntaba a sacarlo cuanto antes del poder y ese propósito en absoluto ha variado en estos 17 años, sino que, por el contrario, se ha intensificado desde su fallecimiento, como vimos que sucedió cuando lo reiniciaron con la llamada La Salida, en enero de 2014, la cual resultó ser no otra cosa, sino una violencia que se la llevó a los mayores extremos en más de cuatro meses dejando el trágico saldo de 43 personas asesinadas y casi un millar de heridos, sobre la cual ninguno de los integrantes de la MUD abrió la boca para condenarla y mucho menos para desmarcarse de la misma, de manera que llama poderosamente la atención que no hayan utilizado en el momento preciso ese mecanismo del revocatorio, como la única opción constitucional que les podía garantizar el éxito de su proyecto y más aún cuando un mes antes, el 6 de diciembre de 2015, habían derrotado estruendosamente a los chavistas en las elecciones parlamentarias…
