Ya lo sé…ya lo sé…
Los años no vienen solos (como decía mi abuelo)…
El atropello de pretender comernos el mundo de un solo mordisco…
Poco a poco va quedando atrás…
Pero saben algo…
Aquella rebeldía a flor de piel, uno no quisiera cambiarla por nada…
El Vladimir que echaba afuera al viejo Cruz por sus labios…
¡Despertaba pasiones!
Era como si la madre sacrificada que cocinaba a leña en su rancho, o el abuelo pescador de Oriente negado a rendirse, como el obrero que salía a zapatear las calles buscando la papa para sus hijos; hablaban por intermedio de él…
Hoy como que…
Lo atrevido que cargan los años mozos, fueron suplantados por el periodista moderado dentro de la comodidad de un estudio…
Moderador y entrevistador en su interesante programa "Vladimir a la 1", arrancaron de cuajo el micrófono rebelde de sus manos…
Seguramente me dirás:
¡Pero viejo!…
Son etapas de la vida que vamos quemando…
Compañero…
Que tu programa, no se vuelva en una simple entrevista de preguntas y repuestas…
Que a veces parecen monólogos del entrevistado, porque lees mucho las preguntas de la teleaudiencia por tu computadora y tú solo asientes con la cabeza…
Que quieres que te diga…
Este viejo te prefiere rebelde, atrevido, arriesgado, lanzando rectas, tanto a unos como a otros…
Compañero…
Que el humo del caldero te abrace nuevamente…
Que tú sabes tanto como yo…
Que la rebeldía nunca se marcha… la llevamos dentro…
"Esa puerta cerrada es la suya propia, la fugitiva escapándose hacia adentro de sí misma porque no encuentra la salida, la prisionera sin escape, encarcelada dentro de su yo interior, dentro del ambiente, dentro de su rebeldía, una reja tras otra"… Sergio Ramírez Nicaragua
