No podemos seguir en ese jueguito, de que por un lado estos engendros opositores que están en la Asamblea Nacional, aprueben leyes en contra del pueblo soberano, instigando al odio, mal poniendo a la patria ante el mundo, asumiendo posiciones de otros entes institucionales que no les corresponde, cometiendo actos que van en contra del pais como fue ese acto de traición llevado acaba por ese cobarde del presidente de esa Asamblea Adeco burguesa, de llamar a una intervención extranjera y así de innumerables acciones que violan nuestra máxima carta magna, como lo es la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y por el otro lado venga la máxima autoridad del país como lo es el Tribunal Supremo de Justicia y declare todo eso anticonstitucional y allí quede todo…Ah y entonces, pregunto…¿ Dónde está el castigo para estos insolentes?
Ya esto, esta más que machacado, del atrevimiento de estos, que son los mismo payasos de siempre, que llevan más de 17 años violentando las leyes de este país y no solo eso, sino que también, le han dicho a hasta los tequeteque toda clase de agravios, hasta lo acusaron sin prueba alguna de ser Colombiano al mismísimo presidente de la República Bolivariana, como así también han insultado a nuestras Fuerzas Armadas al mismo Tribunal de Justicia y otras instituciones y para completar sus fechorías irrespetan la dignidad de unos seres sagrados como son las mujeres de nuestro país..
Actúen señores entes de justicia o que esperan,que este pueblo soberano, que hasta los momentos se la ha calado, se levante…. entonces veremos lo que pasara…Y no me vayan a salir con ese cuentico, de que tenemos que ser tolerantes con todo esto, porque estos señores ya desde hace mucho tiempo sobrepasaron el limite...
Y pregunto,..¿Que fuera sucedido, si se les hubieran abierto los portones, ese día, el del golpe de Abril, a ese pueblo revolucionario que estaba aglomerado alrededor del Palacio Presidencial, cuando los intrusos acometían sus fechoría?, tenganlo por seguro que la historia fuera otra…
Como dije aquella vez, este pueblo, espera y desespera…