El Comité de Victimas de la Revolución

Venia bastante cansado luego de hacer 5 horas de cola para comprar medio kilo de café  (fue lo único que quedó, porque más temprano también había azúcar),  cuando, me encuentro con un tumulto de gente en la esquina de mi edificio, lo primero que pensé fue –al fin llegaron los CLAP- sin embargo al acercarme, veo que están mi vecino Antulio y otros oposicionistas (como los llamaba Vanessa Davies antes de serlo),  recolectando firmas, me aproximé y dije…

¿Hasta cuándo Antulio? dejen de recoger firmas, ¿no ven que no les dan los tiempos? Miren, los votos si los tienen, pero les falta tiempo, ¡no les dan los tiempos!

Antulio: Epa Goyo, tú también deberías firmar, estamos conformando el comité de víctimas de la Revolución –justo ahí lo interrumpo y le pregunto-

¿Cómo es la vaina?  ¿El comité de victimas de qué?

–De la Revolución Goyo, inscríbete, tú también perteneces- me replico Antulio

-respondí: Primero que todo, los comités de víctimas los conforma la revolución, ¿cómo es que ahora vienes tu a hacer el tuyo así como así? Además, ¿por qué piensas que yo debería estar allí?-

-Claro Goyo, tu hijo forma parte de la diáspora producida por esta revolución Boniiiiiita -(me da una rabia cuando se queda pegado con las ies de “bonita”)- además, tú hermana se murió por no conseguir un anti hipertensivo común en cualquier país normal, tu pasas horas a diario en las colas para comprar uno que otro alimento, te han robado el carro 2 veces, el año pasado viajaste al exterior a visitar a tu hijo y la tarjeta no te pasó, te quedaste varado afuera 2 semanas, los bonos de PDVSA que tenías en el Banco Industrial te los robaron, debes comer pescado por recomendación del médico y no lo haces porque esta incomprable, tu sobrino recién nacido que pesó 1800 gramos por falta de vitaminas y no está tomando formula maternal porque no se consigue, puedo seguir enumerando pero con esas razones es más que suficiente para que te integres Goyo- termino diciéndome Antulio

-¡aguanta! –Le dije- ¿qué me dices del beneficiario de la misión Milagro que le operaron sus cataratas? ¿Ah? ¿Del niño que tiene su canaimita? ¿Del pensionado que ahora cobra sueldo mínimo completo? ¿De la señora en el barrio que estaba postrada en su casa y ahora es útil al país en un comité de electrones populares?  -esgrimí y quede con una pequeña sonrisa de satisfacción pensando que había desarmado a Antulio-

Antulio me respondió: Mira Goyo, el beneficiario de la misión Milagro que ahora ve 20/20, está comiendo una vez al día y sin proteína, el niño con su canaimita se está desmayando en el colegio por no poder desayunar, el pensionado que antes cobraba 30% de algo, hoy cobra el 100% de nada, la señora del comité de electrones populares lo que está siendo es tonta útil, porque esos electrones populares al igual que la ruta de la empanada, la ruta del cacao, la fiesta del asfalto, los gallineros verticales, etc no sirvieron, sino para engañar al pueblo- los vecinos lo aclamaron, aplaudieron y destejaron como si se hubiera quedado un camión de leche ahí, sin batería.

-debo irme, voy a buscar mangos, pero solo les diré algo, ¡no volverán!- termine alzando mi voz

“Ya volvieron Goyo, están por todas partes, lamentablemente volvieron y multiplicados –respondió Antulio-

¿Quienes? –pregunte-

“Los niños de la calle Goyo, los hurga basura, los caza palomas, los miserables Goyo, los más débiles, y están por doquier, lo que si sabemos que más nunca volverá, es uno Goyo, ese si es verdad que no volverá" terminó diciéndome Antulio.

mientras, yo me fui alejando, debía a buscar mangos para la cena.

La ceguera biológica, no te deja ver

La ceguera Ideológica, no te deja pensar



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José Gregorio Mena


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