La carta de Laureano Márquez a la Presidenta del CNE Tibisay Lucena, no es otra cosa, que un documento extremadamente subjetivo, que raya en lo ridículo, pues pretende hacernos creer a quienes la leemos y a su destinataria, que la información eminentemente técnica y apegada a la Ley expresada por la funcionaria, es el producto de la parcialización a favor del sector que por voluntad del pueblo, ejerce el poder Ejecutivo y que hoy es el blanco de todos los poderes locales y foráneos, que en base a un permanente desdibujo de la realidad, quieren tomar el poder a como dé lugar, por la vía que sea, como lo han hecho en otros países, colocándose en sus pesuñas, para alcanzarlo la Constitución y pretendiendo que todo el mundo, todos los poderes se les arrodillen, simplemente porque es su deseo y el cumplimiento del de el principal interesado en colocar aquí un títere más en este continente, como cuidador y generador de más riqueza para el monstruo imperial.
¿Acaso no es exactamente eso lo que ha ocurrido donde en otros países el imperio ha metido sus manos?, ¿Es que el remitente de la carta, no se ha paseado por la terrible historia de países que siendo prósperos, con paz y gente en su mayoría a gusto con los líderes que les gobernaban han sido intervenidos, destruidos, diezmados y convertidos en ruinas, sirviéndole a los invasores solo para cumplir sus fines de succionarles sus riquezas, especialmente su petróleo, que le permita al monstruo, seguir manteniendo su status de exacerbante consumismo y preservación de su poder bélico, para seguir amedrentando a quien le viene en gana?; ¿Es que este cómico, que en sus presentaciones pretende ridiculizar a las instituciones y autoridades, no se ha paseado por la historia de sucesos como los que estamos viviendo en nuestro país, en donde medios, comerciantes (no todos pero bastantes), cadenas de distribución, grandes empresas, embajadas de países que no es necesario nombrar porque sus actuaciones son públicas y notorias, agentes de la criminalidad, presidentes de derecha, títeres imperiales y expresidentes con prontuario, son quienes están al lado de quienes en su carta indirectamente está defendiendo?
¿Cree que con sus alardes de culto al utilizar latinazos, en su misiva, va a torcerle al brazo a una funcionaria respetable que ha demostrado su verticalidad que solo los insensatos cuestionan?
“Dura lex sed lex”, usted parece saber bastante latín así que traduzca y asimile, la Dra. Tibisay, no hace otra cosa, por mandato de la ley y de la mayoría del cuerpo colegiado que dirige, que cumplir con lo que mandan la Constitución, Las leyes y los reglamentos, pues de no hacerle estaría incurriendo en parcialidad manifiesta de lo que, ella lo sabe, tendría que responder ante los órganos jurisdiccionales y ante la historia.
¿Por qué Sr. Laureano, en su carta no hace mención ni por asomo, de las barbaridades cometidas por quienes pretenden se les diga amén a todo lo que en sus pataletas, a que nos tienen acostumbrados, algunas con sangre generadora de muerte, fuego y destrucción, pretenden, y no ha caído en cuenta que esa gente a quien Ud. se suma, al utilizar la violencia, deja claro que no tiene la razón, que la violencia no es una fuerza sino el abuso de la fuerza?
Yo le sugiero, humildemente, que mejor siga haciendo billete, como el que ha hecho aquí en el Táchira, cada vez que viene, por cierto buen patio para su gremio, sin meterse en camisa de once varas y le recomiende a quienes tanto admira en ese zoológico, que aquí tenemos como oposición y que más bien les sugiera, lo que este latinazo conlleva en su significado: “Cuique vult non licent, ea facit quae potest” ( Si no te es dado hacer lo que quieres, haz lo que puedes), sus amigos no hicieron lo que tenían que hacer, para acogerse a un derecho que la Constitución les da, hicieron mal la plana, se copiaron, no pasan el examen, entonces el camino que les queda es aceptar que están reprobados y esperar a que el gobierno legítimo siga como está, partiéndose el lomo por revertir todos los males con que han querido colocar de rodillas a una revolución que mirándose en el espejo de otras, apenas insipientes, que fueron derrotadas como la que aquí en el Sur del continente dio la primera campanada, la de Allende, no va a repetir esa historia, porque aquí, las FANB, a diferencia de las de allá, se han sumado del lado de quien lucha por su pueblo y no para cual Pinochet bombardear la sede del Gobierno y dar al traste con la única esperanza que nos queda de completar la independencia, tantas veces truncada.
Finalmente Sr. Comediante, gracias por darme, con su carta, la oportunidad de escribir esto, que espero le llegue muy cerca de su nariz y lo lea, lo asimile y si quiere haga de ello un chiste, uno de sus malos chistes.
