Hay un animalito, que tiene más o menos la apariencia de un gorgojo. Es un poco más grande y suele verse en los árboles. Si por casualidad se posa sobre alguien y la persona trata de quitárselo; el animalito genera una substancia que tiene un olor muy feo. Por oriente, se le conoce como "chincha peorra". Este nombre tal vez viene por ese olor que suelta al tocarlo. Si la chincha peorra, fuera capaz de entender el gesto que hacemos al sentirla pegada a nuestra ropa, tal vez no reaccionaría así, pero esa es su naturaleza.
Ovidio Pérez Morales tiene la apariencia de Obispo, se viste como obispo y se cree cristiano. Yo no creo ni lo uno ni lo otro. Por alguna razón, lo asocio con este animalito. Lo leo o lo oigo y me produce esa sensación que he sentido cuando cae sobre mi una chincha peorra.
La chincha peorra tal vez como respuesta ante una hecho o situación adversa segrega esa substancia con mal olor. Ovidio Pérez Morales que dice ser obispo y cristiano, debería tener un comportamiento frente a una situación distinta. Como cristiano debería tener un discurso más apegado al ideario de cristo, mas equilibrado moral y éticamente y menos político.
Es una tontería pedirle a un obispo hoy en Venezuela que no piense y actué política. La iglesia y fundamentalmente la jerarquía de la iglesia bajo la batuta de CEV, fue el primer partido aliado de la extinta coordinadora democrática y hoy es uno de los partido incluidos en la MUD.
Este obispo "cristiano" por supuesto tiene su derecho a pensar políticamente como lo desea y prefiera. Eso no se le discute. Tampoco se le discute su "tirria" con el gobierno-régimen, como lo califica.
A lo que si no tiene derecho (creo) es suponer que todos los venezolanos llevamos una venda en los ojos y vivimos un día y luego vivimos el otro. Al pasar de un día al otro, este "cristiano" que tiene por nombre Ovidio Pérez Morales, supone que todos borramos los hechos del día anterior.
Pensar así, es exactamente como piensa una persona cínica y falsa. En un momento se te presenta como un "cristiano" y luego se ve efectivamente como lo que es un cínico manipulador. Puede tener sus razones para apostar por un cambio de gobierno y tiene su derecho de lucirse como obispo y presentarse como político.
Escribe sobre un gobierno de facto, pero supone que millones de venezolanos y venezolanos nos los vimos luchar para concretar un golpe de estado en el 2000 y luego observamos a toda esa jerarquía refrendar un decreto, que ya la categoría "facto" le queda muy estrecha. Se vieron el 12 en Miraflores con caritas muy alegres e intentando cobrar con cargos su aporte al golpe.
Pero escribe como si todos los hijos de Dios, calificamos como él. Tiene su derecho a solicitar el referéndum y ser aliado de una propuesta política que todo lo reduce a mercancía, pero cómo se le va "olvidar", que hace apenas unos años, trabajaron y refrendaron un golpe de Estado, cuyo decreto que lo sustentó no tuvo piedad y compasión con nadie.
Así que este señor, es así como ese animalito que conocemos como la chincha peorra. Lo que segrega cada vez que habla y escribe, es esa secreción hedionda de la chincha peorra.
Escribió esto: "La verdad, sin embargo es que este Régimen es moralmente ilegítimo y constitucionalmente irregular. Lo primero, porque no garantiza la seguridad ciudadana ni mantiene el estado de derecho, y ha roto la convivencia nacional deteriorando también su espíritu e identidad histórica. Lo de inconstitucional se evidencia con el sólo cotejar el proyecto socialista oficial con los principios fundamentales de nuestra Carta Magna!