Es un hecho evidente que la mal llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), vive en estos momentos uno de sus peores momentos. La irresponsabilidad y el pragmatismo conllevaron a este drama. En este momento el escepticismo, apatía y la frustración predominan en buena parte de los simpatizantes de la alianza opositora. Es tanto así, que convocan a cualquier actividad y cada día les va menos gente. Escualidismo total. Recordemos, que una vez logrado el triunfo en las parlamentarias del pasado año, la dirigencia de la MUD gritó a los cuatro vientos que "el régimennn caería en seis meses", desatando de manera alocada una serie de iniciativas para salir del Presidente Nicolás Maduro. Utilizaron a la Asamblea Nacional como trampolín para asaltar el poder.
De manera irresponsable hablaron de enmienda a la constitución, renuncia, abandono de cargo, constituyente, carta de la OEA, nacionalidad del Presidente, reforma a la constitución, juicio político, elecciones adelantadas y referéndum revocatorio. Todos sabemos lo que pasó con esta última iniciativa que fue truncada por la misma dirigencia de la MUD. A esto se suma la locura de todos los días, llamando a marchas y acciones de calle bajo la promesa que "ahora si cae Maduro", cuando en verdad a medida que el tiempo pasaba la Revolución se iba fortaleciendo con grandes movilizaciones de calle y con acciones concretas contra la guerra económica. Todas estas payasadas y acciones incumplidas, han hecho mella en buena parte de los dirigentes de la cacareada MUD y en su propia militancia.
Hoy en día la pelea es a cuchillo limpio dentro de la dirigencia de la oposición. Todos se acusan mutuamente. Cada quien busca un responsable del estrepitoso fracaso. Las redes sociales en buena parte es el escenario de la confrontación. La desgracia de la MUD es que no cuentan con un liderazgo. Allí todo el mundo manda y decide táctica y estrategia. Es un barco a la deriva. En lo único que coinciden es en el odio visceral a la Revolución Bolivariana, y en el paquete neoliberal que le aplicarían al pueblo en un supuesto negado que volvieran al poder. Es elocuente que el odio y la intolerancia que la MUD sembró en sus militantes, hoy se le ha revertido.
Están cosechando tempestades por todas partes. La paciencia de muchos militantes opositores se ha agotado por tantos engaños y se ha revertido contra sus mismos "dirigentes". Hoy la MUD se bate en un mar de grupos y sub-grupos: G-4 (AD, Primero Justicia, UNT y VP), G-15 (María Corina Machado y resto del chiripero), le siguen el grupo de los delincuentes y prófugos de la justicia en el exterior, están también los "manitos blancas" que cada día se desinflan más, la jerarquía eclesiástica (cúpula), fedecamaras, consecomercio y demás grupos económicos, y finalmente están los dueños de los medios de comunicación dentro y fuera del país. Como puede verse, el panorama es patético, desolador y por demás anarquizado.
No exagero al decir que la situación de la MUD es de una AGONÍA PELIGROSA. ¿Por qué? Porque justamente en este momento se ha iniciado en el país una ronda de Diálogo promovido por el Presidente Nicolás Maduro, el Vaticano y UNASUR, y se ha llegado a importantes acuerdos, muchos de ellos vapuleados por grupos violentos dentro de la MUD que solo sueñan con incendiar al país. Los grupos violentos (VP, Capriles, María Corina, etc.) aunque disminuidos, siguen amenazando con dar una patada a la Mesa de Diálogo y volver de nuevo a sus fracasadas aventuras callejeras. Los grupos extremistas de la MUD siguen con su agenda de tratar de aislar a nuestro país en el escenario internacional y para esto hacen pactos diabólicos con la ultraderecha imperial. Ahora han vuelto a sus andanzas y locuras y van a volver a engañar a su gente con unas benditas "recolección de firmas", al margen del CNE y de la misma Constitución Bolivariana.
Estamos claros que esa es la oposición que tenemos (ruin y vende patria) y con ella tenemos que trajinar. Aislar a los grupos violentos y hacer que triunfe la CRBV, es tarea de primer orden. Titánica es la lucha emprendida por los revolucionarios en el presente año. Hasta el momento y sin pecar de optimistas, el pueblo Bolivariano está ganando esta guerra. La moralización y activación de la gigantesca fuerza del chavismo es un hecho elocuente. Esto desespera al enemigo (MUD). El Presidente Nicolás Maduro ha demostrado ser buen hijo de Chávez. El PSUV y GPP cumpliendo su rol de vanguardia en cada rincón del país.
El poder popular ejerciendo el protagonismo que le dio Hugo Chávez. Hoy por hoy, los revolucionarios y revolucionarias debemos permanecer alertas ante los planes perversos de esta dividida y maltrecha oposición. Como dice el camarada Diosdado Cabello, que nadie baje la guardia, movilización popular permanente. Solo el pueblo en la calle derrotará al fascismo. Hoy por hoy, el dilema sigue siendo PAZ o guerra opositora-imperial. Sigue siendo entre seguir teniendo PATRIA o ser colonia del imperio del norte. Lo que está de por medio son nuestras riquezas naturales y la codicia imperial.
Está de por medio todas las conquistas sociales, económicas y de participación popular que hemos logrado en Revolución. Faltan 40 días para finalizar el presente año. Que nadie le quite las Navidades al pueblo venezolano. La PAZ de nuevo derrotará a la violencia. Unidad y firmeza revolucionaria al lado del Presidente Nicolás Maduro. Con el legado de Hugo Chávez seguiremos venciendo. ¡¡Viva el pueblo venezolano!!