¡La salsa que es buena para el pavo, también es buena para la pava! Nuestro compañero Obama acaba de hacer su último acto humanitario, indultó a los pavos Tater y Tot. El jueves, en el Día de Acción de Gracias, se acercó a los pavos y les dijo: "Yo los perdono. Podéis ir en paz". Y los dos pavos salieron contentísimos a celebrar la vida. Esas son las vainas que uno envidia. Esas tradiciones tan buenas y tan creativas y tan geniales que tienen esos compañeros allá, y nosotros en cambio no salimos de una guarimba y de una quemazón y de una insultadera y de una vete pal carajo que te espero en la bajadita y mira a ver dónde te vas a meter cuando lleguemos a Miraflores. En cambio llega Obama y se para frente a Tater y Tot y hace historia. Hace patria. Hace calor que jode.
Y mientras el compañero Obama indulta esos dos pavos en su Día de Acción de Gracias, nosotros vivimos en una permanente desgracia. Ya no nos quiere nadie porque cada día nos caemos a coñazo limpio. Desde Miami nos dicen de todo los que están allá dándose la gran vida, en cambio, los que nos estamos jodiendo aquí, luchando en la calle y echándole bolas en todas partes, tampoco nos ponemos de acuerdo, porque carajo, para ponerse de acuerdo con Embajada Allup hay que echarle guacucos y camarones, porque allí sí es verdad que hay intolerancia de la buena, de la más rancia. Y el secretario ejecutivo también anda diciendo sus vainas, que si el juicio político es ilegal y que unidad, unidad, y otro montón de vainas a las que nadie le para porque todo el mundo anda en su propio peo y la lucha de egos es grande y aquí manda papá Montero.
Ya viene el seis de diciembre y un feliz pa ti,, y se supone que volvemos a la mesa de diálogo, y todavía no sabemos qué vamos a proponer, aunque es cierto que el gobierno ha soltado a algunos de los santos nuestros, pero también es verdad que aparte de eso no hemos ganado un carajo, por eso está arrechísima María – Sumate- Machado, quien dice que no ve la transición por ninguna parte, porque estamos entregando las luchas de la calle, y lo dice una mujer que no es de la calle, sino de la mejor casa.
Cuando el papá de Margot vio a Obama perdonando a los pavos Tater y Tot, dijo: "Carajo, y no era mejor para usted, compañero querido, derogar el decreto contra Venezuela y salir con un poquito de dignidad de esa presidencia" Y en ese momento vio en la televisión a Embajada Radonski que se estaba defendiendo de una demanda por unos pasaportes falsos que había presentado, y el hombre dijo: "Hasta cuándo mientes, carajo". Y se fue al cuarto y slaaaaaaaaaaam, le metió aquel coñazo a la puerta tan duro, que el televisor se apagó del susto.
- Ven a mi casa esta navidad.- me canta Margot