Los que temen a la libertad, acuden a la vida con una agenda preconcebida de odio, frustración e inamovilidad social que les anula cualquier ápice de solidaridad, amor, entrega y respeto por sí y por los demás. Ellos nunca entenderán más allá de su patético egoísmo y aunque acudan a lo mejor de su gran delincuencia para expresar discursos, siempre repetirán como aves parlanchinas estrofas maltrechas que invocan su más oscuros sentimiento de impotencia ante la realidad concreta que nos presenta la revolución.
A esos pobres seres los hemos visto celebrar la muerte del Comandante Chávez y recientemente la partida física del Comandante Fidel, en un intento infructuoso por borrar la historia sus legados indelebles entre gritos y pitos. A ellos les hemos escuchado confesar su sufrimiento inacabado, su larga espera y el dolor por el incumplimiento de las promesas que el capitalismo le edifico en sus violadas conciencias de clase.
Por ello cabalgan sobre la arrogancia de sus egos exacerbados y sin respeto por nada ni por nadie hasta ordenan al Dios que dicen obedecer, condicionando su fe e invocando al demonio con la esperanza de lograr el extermino absoluto de todo cuanto les recuerde su eterna derrota ante la grandeza del Gran Comandante del Mundo Libre: Fidel Castros Ruz y el Comandante Eterno Hugo Chávez.
Ahora bien, contrario a los deseos de exterminio de la derecha atrasada y maltrecha en nuestra contra, nosotros les deseamos larga vida, sosiego y pronta recuperación de su cordura, pues nos duele que gente tan "inteligente", se pierda en ese caldo de odios putrefactos, donde las alimañas hegemónicas imponen el sazón y los aletargados enceguecidos se diluyen sin sustancia.
Nosotros, y se lo puedo garantizar, no descansaremos en nuestros esfuerzos por la construcción de nuestro socialismo bolivariano, para ello tenemos discurso, un plan y la voluntad de millones que estamos comprometidos hasta la muerte si fuera necesario.
El mundo es testigo de nuestra coherencia entre el discurso y la praxis social, el planeta sabe que el imperio nos ha atacado por todos los flancos y en consecuencia estamos confrontando una crisis de abastecimiento que nos golpea. Pero no es menos cierto que nos hemos defendido con la fuerza de la razón, el análisis, en paz y con la contundencia de la respuesta inmediata.
En ese sentido, les ratifico que no le tememos a las amenazas de la derecha, en nada nos preocupan sus invocaciones al averno, su inútil desconocimiento a la realidad y lo mejor no permitiremos su violencia, nosotros enterramos nuestros muertos y honramos su memoria y nunca renunciamos, ni huimos de la batalla.
Señores de la ultra derecha fracturada y maltrecha no se equivoquen.
… Viva Fidel, viva el Che, viva Chávez carajo… Hasta la Victoria Siempre