Decididamente desde hace dos años, de la silla presidencial de la Asamblea Nacional se apodero una especie de poder extraño, que hace alucinar a quienes la ocupan. Por esta misma fecha, escuchábamos a un Ramos Allup, arremetiendo duramente contra el gobierno nacional y ofreciendo sacarlo en seis meses, atacó los poderes del estado, ofendió a las mujeres y contrato un camarógrafo personal para que filmara todas sus atropellos, pero que para él en el ocaso de su vida, fueron sus grandes hazañas, nada de lo que prometió cumplió, ni en la campaña y menos después de ella,
Ahora nos tocó escuchar a Julio Borges, quien se había mantenido bajo perfil, pero no inactivo, sólo esperaba su momento para disfrutar del éxtasis del poder, y nos embriaga con un discurso tan hipócrita, como la disposición que tienen para ayudar a solventar los problemas del país. Sabe sumar para contabilizar los muertos que ha habido en el país desde 2013 para acá, pero no menciona los 43 que se llevaron ellos por delante en solo tres meses, por razones meramente políticas, o los once que se fueron en dos días, 13 y 14 de abril de 2013, por el llamado irresponsable e iracundo de un personaje que ni en sus propias filas quieren ¿Por qué no hablan de los métodos poco ortodoxos que ellos han usado para hacerse del poder? Y ahora viene este señor con todo el descaro del mundo a decir públicamente que ellos están en las calles acompañando al pueblo en su sufrimiento, No sabía que colocar guayas, poner el país en llamas, crear incertidumbre y caos se le llama acompañar, pues si eso es así, sé que muchos preferimos estar solos.
Hablan de escasez de medicinas y alimentos ¿Y qué han hecho ellos como funcionarios elegidos por el pueblo, para solventar esa situación? Nada, porque en todo este largo año, lo que han hecho es promover la salida de Nicolás Maduro, por supuesto saltándose los requisitos legales y como siempre ignorando la Constitución, hablan de que Maduro irrespeto la Constitución ¿Y qué hacen ellos cuando hablan de juicio político que no existe en nuestra Constitución? ¿Quién dijo que la Constitución es para ponerla del lado que nos conviene?, o que se le pueden inventar artículos, porque beneficia a un sector en particular, Julio Borges dice que Maduro abandono el poder, porque no freno la inflación, y qué pasaba entonces en los tiempos de la IV, cuando no solo había inflación, sino un índice muy alto de analfabetismo, desempleo, una pésima calidad de vida, acaparamiento, especulación, y una liberación de precios bestial, que creen que hemos olvidado que si bien había alimentos para comprar, no teníamos con que comprar, porque había un índice muy alto de desempleo, a cada paso nos conseguíamos con familias enteras viviendo bajo los puentes, niños inhalando pega y comiendo de la basura, y ancianos muriendo de hambre y frio en las calles de la ciudad. Todo esto ocurría a escasos metros de sus residencias o de la casa de gobierno, ¿Cuándo voltearon ellos a mirar estos problemas que existían y que ellos no incluían en sus planes de gobierno?.
No podemos negar que estamos atravesando por grandes problemas en nuestro país, y que la falta de alimentos ocasionado por el bachaqueo el acaparamiento y el desvío de los mismos, volvió a sacar a las calles a aquellos que Chávez en su momento había albergado cuando creo los comedores populares, desgraciadamente estos comedores ya no existen y aquellos beneficiados, tomaron nuevamente las calles, porque tampoco buscaron otra opción de sobrevivencia, eso es tan visible y notorio como la gran mentira que los señores de oposición, hoy ocupando la Asamblea Nacional, nos quiere vender. No es mintiendo que se llega al poder es solucionando, no son una nueva alternativa, son los mismos que nos ofrecían soluciones para ganar votos y nos olvidaban cuando tomaban el poder, el pueblo no necesita discursos demagogos, necesita soluciones, no queremos que nos den charlas queremos trabajar para salir adelante, pero para Julio Borges y su combo es muy difícil trabajar con y para el pueblo, el pueblo para ellos es solo un voto para usarlo como escudo, cada vez que dicen el pueblo nos eligió, porque eso lo hemos oído muchas veces en los últimos doce meses, y sépanlo no fue todo el pueblo, fue solo una parte de la población que se dejó engatusar con el cuento de la última cola, y bien caro les ha costado, hoy andan por ahí quejándose porque perdieron el tiempo el voto y las colas arreciaron.
