Se acaba la parodia de la oposición. Las primarias terminarán en un solemne ridículo. De nada ha servido el derroche de recursos financieros enviados desde el Gobierno Norteamericano. No se trata de la suspensión del evento porque los candidatos lograron el consenso, lo que se evidencia es el agotamiento progresivo de una estrategia electoral que no ha tenido eco en la población.
El drama de esta desvencijada oposición se acentuó cuando se percataron que las llamadas Elecciones Primarias no estimulan la participación de los ciudadanos. La gente entendió que se trata de una parodia política sin ninguna trascendencia social. Si todos los candidatos inscritos participan solo lograrían movilizar unas 500.000 personas lo cual se traduce en un rotundo y costoso fracaso.
El problema fundamental no está en la pertinencia política de las Elecciones Primarias como mecanismo de selección de un candidato, sino en el papel que desempeña una dirigencia que carece de compromiso social y democrático con el país. Una dirigencia incoherente que se empeña en desconocer la realidad del país y solo se esfuerza por defender sus intereses particulares. Una dirigencia que no motiva a nadie y luce como la autentica chatarra política del país.
La renuncia de Teodoro y la aparición de “El Conde del Guacharo” como candidato terminó de desarmar y desmoralizar a la oposición y puso al descubierto todas sus debilidades y carencias. ¿Quién puede confiar en una dirigencia que se rinde ante las payasadas y vulgaridades de un hombre como Benjamín Rauseo?
Ante esta incierta circunstancia el candidato de SUMATE se convierte en una especie de bufón que solo servirá para aplaudir las desmesuradas ocurrencias de “El Conde del Guacharo”. Quizás por esa razón el Gobierno Norteamericano ha comenzado a revisar su inescrupulosa inversión y ha solicitado a SUMATE que presente cuentas de la jugosa cantidad de dólares que le han transferido con el objetivo de frenar la Revolución Bolivariana.
El agotamiento de las Elecciones Primarias como estrategia política acelera las contradicciones entre los distintos sectores de la oposición. En primer lugar porque no los anima un objetivo común y en segundo lugar porque todavía prevalece en ellos el animo de buscar el atajo antidemocrático; estimulados por el apoyo del Gobierno Norteamericano.
En este marco de contradicciones aparece el acuerdo de cogollos como alternativa para imponer un candidato que satisfaga las exigencias del socio que aporta los recursos financieros y se revive la estrategia de una retirada antes del 03 de Diciembre con el animo de quitarle legitimidad al Proceso Electoral Presidencial y darle rienda suelta a una campaña mediática internacional contra la reelección de Chávez como Presidente de la República.
Se agotaron las Elecciones Primarias, fracasó la campaña de desprestigio contra el Consejo Nacional Electoral -CNE- y la oposición naufraga en medio de incoherencias, contradicciones, incapacidad organizativa y carencia de compromiso social con el país y la democracia. No les queda otra alternativa que aceptar la imposición de un candidato como Manuel Rosales porque la candidatura de “El Conde del Guacharo” es una vulgar payasada. Bastaría saber si Manuel Rosales arriesga la Gobernación del Estado Zulia y acepta refugiarse en los tentáculos de SUMATE como expresión envilecida del Gobierno Norteamericano.
Al Chavismo le corresponde avanzar en la Batalla por los 10 Millones de Conciencias Revolucionarias, fortaleciendo la unidad de los distintos factores políticos y sociales superando contradicciones y abonando el terreno para profundizar la Revolución Bolivariana.