Desiderátum Apureño

Sacerdotes del Odio…

Atravesamos otra vez más en nuestro país una situación de agresión y asedio extranjero que amenaza muy seriamente la independencia, la soberanía y la autodeterminación nacional. Los poderes imperiales que han venido destruyendo países por todo el planeta, a fuerza de bombardeos e invasiones militares, han logrado someter algunos gobiernos de la América Latina para hacerlos sus alabarderos y consecuentemente sus cómplices, en esa nefasta tarea de ir reposicionando el neocolonialismo sobre esta parte del Continente y retornarlo a la condición de patio trasero de los norteamericanos, con el objeto preciso de ellos volver a adueñarse de los inmensos recursos naturales existentes y explotar a sus pueblos como mano de obra barata.

El desmedido afán de los Estados Unidos en apoderarse del mundo y su renovada lucha contra Rusia, agregando ahora contra China también, pues ese país se ha convertido en una potencia internacional, hace aparecer nuevamente la posibilidad de una guerra mundial con el uso del arsenal nuclear por parte de diversos países que los tienen, lo cual probablemente llevaría a la destrucción total de la vida en el planeta.

Esa lucha entre los poderosos o gigantes hace que pisen a los más débiles o pequeños, de allí la existencia de tantas desigualdades en el mundo. Entonces nuestro país que desde principios de este siglo intenta aprovechar su enorme potencial de recursos energéticos y su talento humano para emerger de forma autónoma, recibe la más férrea agresión por negarse a ser tutelado y dominado por los poderosos del Norte de la América. La desgracia mayor para los venezolanos es que aquí encuentran muchos cómplices y hasta los Sacerdotes de la jerarquía religiosa se han sumado abiertamente en tan nefasta tarea. Allí está el caso de los Dos Cardenales Católicos Urosa Sabino y Baltazar Porras, ambos llenos de odio y manifiestamente antipatriotas y proclives a la dominación extranjera.

En el caso del primero, Urosa sabino, se hizo público un correo electrónico que se le escapó el día 24 de Agosto de 2009, donde daba opiniones sobre cómo debía ser la educación en Venezuela, donde afirmaba que: "El Estado tiene que garantizar la educación pero no es su función dirigirla y controlarla. Esta función debe llevarla una institución civil como la Iglesia Católica que cuenta con el apoyo y la credibilidad de todos los habitantes del país." Más adelante agrega una propuesta para la división de la educación del acceso social a ella diciendo que: "La educación debe ser igual pero separada (una frase poco popular, pero muy cierta). Los hijos de familias pudientes, llamados a ir a las universidades y, más tarde, tomar las riendas de empresas, negocios, ejercer las profesiones libres y ocupar los cargos más altos de la administración pública, deben ser educados para alcanzar estos fines y asumir su responsabilidad social de la forma más responsable y cristiana. Los niños que, por su origen socioeconómico, tienen desventajas, deben ser educados en el respeto hacia la autoridad, en la diligencia, en la modestia y, sobre todo en el mensaje cristiano del amor."

En esas líneas deja claramente explícita su discriminación social y total desprecio hacia la igualdad de oportunidades y condiciones para todos los venezolanos, se comporta de la misma forma en que lo hacían los sacerdotes de la edad media, sobre todo cuando afirma en otro párrafo que: "La Iglesia Católica debe oponerse a todo intento de homogeneizar la educación básica, porque esto sólo nos llevará al caos y a las guerras entre hermanos. Los niños de los estratos más pobres querrán acceder a las mismas posiciones que sus compañeros más afortunados, creándose la inconformidad y alimentándose la envidia. Los de los estratos superiores perderán motivación para estudiar y alcanzar el éxito. Con una educación talla única, lo que crearemos es una nación de envidiosos y conformistas."

En síntesis el Cardenal Urosa lo que quiere es el establecimiento de un sistema educativo reproductor de esclavos y al servicio de la supremacía de castas, las mismas intenciones de los que siempre han mantenidos imperios. El segundo Cardenal, Baltazar Porras, es peor todavía, porque publicó el 13 de este mes una carta dirigida a la juventud venezolana (distribuida masivamente por los seguidores de la MUD) que más bien pareciera ser escrita por uno de los líderes del Estado Islámico, la agrupación terrorista que destruye actualmente a varios países árabes; el tipo dice lo siguiente: "Yo estoy con los muchachos, equivocados o no, con su megáfono y su resistencia, su guarimba y su desobediencia, con los que se escapan de las madres, que ya no pueden atarlos a las casas, los muchachos que hicieron de la calle su campo de defensa."

Allí se denota como se aparta de los postulados bíblicos, porque aunque yo no soy muy versado en asuntos religiosos, tengo entendido que una de las cosas que el catolicismo profesa es el respeto y obediencia de los hijos para con los padres. Mas no es solamente la desobediencia lo que estimula este sacerdote, sino también el Odio, que también tengo entendido es un pecado capital para los creyentes, habla dos veces estimulando ese antivalor, por ejemplo cuando en uno de los párrafos dice: "Estoy con los muchachos, inocentes, ingenuos, luchadores, soñadores, (…), no sé, por irresponsable, por mi pequeña cuota de odio, porque creo en las conquistas, no en las regalías, porque soy como ellos, (…), o simplemente porque no me da la gana de dejarle mi país a las hienas."

Ambos contenidos no son invento mío, están disponibles en internet e incluso el último, insisto, ha sido compartido masivamente entre quienes se oponen al gobierno venezolano, pues la intención es exacerbar la furia, el instinto destructor, la desobediencia, la anarquía y el odio de los muchachos opositores contra los militantes revolucionarios. Es una carta para que salgan a la calle a matarse los unos contra los otros, una instigación al homicidio pudiéramos decir; lo cual atenta contra aquellos mandamiento que, según he leído y escuchado repetidamente, hablan de "amar al prójimo como a ti mismo" y el que ordena: "no matarás".

El espacio no me da para una reflexión mayor como quisiera, pero como yo soy padre y soy abuelo también, estoy convencido que ninguna diferencia entre seres humanos puede llevar a nuestros descendientes a matarse entre ellos para resolverla. En consecuencia dejo la reflexión para que cada quien la haga de acuerdo a sus propias creencias o convicciones, pues estoy seguro que en los funerales de los jóvenes que han muerto y de los que pudieran fallecer en los próximos días, si sigue ese odio inoculado, el dolor de las madres y padres no podrán desaparecer con un ave maría o un padre nuestro expresado por los cardenales que estimulan el odio, la discriminación, la destrucción y la muerte.



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Oscar Adolfo Alvarado

Licenciado. Vicepresidente del Consejo Legislativo del Estado Apure. Presidente de la Sociedad Bolivariana del Municipio Biruaca.

 desideratum_apure@yahoo.com      @oscaradolfopcv

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