La Venezuela de la democracia representativa se sustentó en el llamado Pacto de Punto Fijo que signó el acuerdo entre las élites que salieron airosas de la lucha contra el régimen perezjimenista. Al mismo se sumaron partidos políticos como Acción Democrática y Copei, que conformarían el sistema bipartidista que imperó en el país durante 40 años. En el contexto de la economía petrolera nacional los problemas estructurales no se resolvieron.
Las áreas de la educación, salud, vivienda, desempleo, diversificación de la economía, por mencionar las más relevantes, aparecen como una constante de la oferta política en cada proceso eleccionario de aquellas décadas. Las élites que controlaron la economía del país y las organizaciones partidistas que ejercieron el poder quedaron, así, en deuda con nuestra nación.
Los distintos sectores que se vincularon con los grupos que ejercieron el poder en Vene zuela y que sin un ápice de nacionalismo trabajaron para satisfacer los requerimientos de gobiernos foráneos, concretamente de Estados Unidos, están en deuda con nuestro pueblo. Es más, todavía no han pagado. ¿Cómo se generó la perversión de llevar el precio de venta de nuestro barril de petróleo a siete dólares? Los grupos que controlaban la industria petrolera nacional deben responder.
Los sectores más recalcitrantes que adversan al gobierno bolivariano, desde el año 2001 han ensayado cualquier tipo de maniobra conspirativa y desestabilizadora. Amparados en la impunidad, hacen alarde de ello. Se ufanan a través del foro mediático de sus "hazañas". Los prófugos de la oposición utilizan el foro mediático mayamero y, sin ningún prurito, llaman al magnicidio. Amenazan. "Ortega y compañía huyeron para cumplir una misión". Éstos tampoco han pagado. La deuda continúa.
Las estratagemas conspirativas y desestabilizadoras llegan al paroxismo con el golpe de Estado y el sabotaje petrolero. Todavía faltan por cuantificar diversas pérdidas para la nación. Los gestores de estas acciones han huido del país o están en libertad. Uno de los candidatos de la oposición, Manuel Rosales, firmante del acta de Carmona, dijo en el mitin de su presentación: "Voy a ganar y voy a cobrar". Mas, él está en deuda con Venezuela. El pueblo cobrará.
