En tiempos recientes, la oposición venezolana ha utilizado símbolos que permiten ver cuáles son sus intereses y financistas. Por ejemplo, cuando han transcurrido más de 90 días de manifestaciones violentas de calle, se detectó, entre Chacao y las Mercedes, una nomenclatura hebrea que indica el inicio de una fase de incursión extranjera.
Estos símbolos forman parte de un código de comunicación y ubicación, significan: yo estoy aquí. Fueron detectados en Siria, Túnez y Libia, donde se han creado conflictos armados para saquear esos países. En particular, la nación siria ha sufrido ataques comandados por el Ejército hebreo para el derrocamiento del presidente Bashar Al Assad, quien apoya la causa palestina. Añado a esto, el vínculo de Israel con el gobierno estadounidense en acciones de guerra.
Además del uso de signos hebreos que indican entrenamiento por parte de grupos terroristas internacionales, los que se hacen llamar "libertadores" empezaron a vestirse de caballeros de las Cruzadas, expediciones de carácter militar organizadas en la Edad Media por la Iglesia Católica para recuperar el Santo Sepulcro en Jerusalén del dominio musulmán. Esto implica desprecio por el mundo árabe, y refuerza su alianza con el sionismo.
Otro símbolo de guerra, ya dejado atrás pero presente en las protestas estudiantiles del 2007, es el puño de color blanco de la Juventud Activa Venezuela Unida, Javu, organización ligada a Otpor, movimiento fundado en Serbia para remover al presidente Slobodan Milósevic en 2000. La misma recibió financiamiento de agencias gubernamentales estadunidenses.
En resumen, la simbología de los sectores oposicionistas evidencia su pacto con los EE.UU y sus aliados, a cambio de poder por las riquezas de nuestro país, de la mano con el injerencismo, a través del financiamiento de organizaciones y grupos armados foráneos para derrocar a la revolución bolivariana.
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