¡Ahora sí la pusimos de oro! Espoleta Allup se lanzó con una vaina que llaman acuerdo de gobernabilidad que, mírenlo por donde lo miren, no tiene ni pies ni cabeza. Sobre todo nosotros, que en lo único que estamos de acuerdo es en que todos somos antichavistas –aunque hay sus sospechas-, en lo demás todavía no nos hemos puesto de acuerdo un carajo. Unos apoyan que quemen, destrocen y tranquen. Otros que no. Otros que eso no fue lo que nos dijo Almagro. Otros: sí, pero eso lo apoya Trump. Otros: ok, pero la Unión Europea. Y otros: no se olviden que el diario El País de España quiere noticias fuertes. Y otros: paren esta vaina, que me estoy volviendo loco. Es decir, nunca hemos estado de acuerdo, y ahora Espoleta Allup lee un acuerdo, y por cierto, le dijeron de todo en el twitter, que si qué carajo hacía en la foto Manuel –Reloj- Rosales, que dónde está Capriles, que no lo veo. En fin, que gracias a Dios en este país todavía hay gente loca de bola que cree en nosotros que nos odiamos tanto. Así vamos evolucionando vulgarmente del Carmonazo al Ramalazo.
Y lo peor es que Espoleta Allup no estuvo en la foto de la tristeza, es decir, en la foto de la amargura de sabernos fracasados en esa vaina que inventamos del plebiscito. Allí Julio –Matemático- Borges fue el encargado de decir unas cuantas pendejadas, pero las caras, las caras nuestras, eran todo un poema que decía yo tenía una luz. Espoleta Allup no fue a esa vaina pero sí estuvo listo para leer el acuerdo del desacuerdo un día antes del llamado al paro cívico-activo-soberano-nacional y no supimos que nombre le poníamos a esa vaina. Y solo fue una tranca más para cobrar peaje en el este del este. Lo mismo nos pasó con el plebiscito, que después era consulta y después fracaso.
Y ese mismo día del estrepitoso fracaso, el CNE organizó un simulacro y carajo, eso no se hace, aquello era una fiesta nacional, ese montón de chavistas cantando y bailando y votando, y nosotros arrechísimos, y después vimos un video de un carajo que nos vaciló votando 7 veces 7. Una vaina vergonzosa Y lo peor fueron los 5 rectores 5, qué clase de moral y cívica nos dieron esos tipos, no sabían ni qué decir ante las preguntas. Los rasparon en el examen. Nunca se había pasado tanta vergüenza en este país como ese día en que los rectores y rectora dieron la cara por Ramos Allup en el plebiscito. La cátedra de la sinverguenzura fue nacional e internacional. Y la facultad del odio creció en militancias.
El papá de Margot se quedó con la boca abierta cuando los 5 rectores 5 anunciaron los 7 millones 7. "¿Y no les da vergüenza?" Preguntó el señor, y se puso de pie y fue al cuarto, y aquella puerta por poco se vino abajo del coñazo que le dio. Y los vecinos gritaron: "Sale, que te quemamos, desgraciao".
- Siempre que te pregunto.- Me canta Margot