Cuando era pequeño me gustaba escuchar este cuento tan popular hace tantos años, aunque no me gusta la parte donde pone al lobo feroz como el malo del cuento, y se quiere comer a la caperucita, - invento de los escribidores, los lobos son buenos como todo lo creado por la naturaleza y la mano de Dios.
El caso es que a esta caperucita moderna, no llevaba en su "cestica", mandarinas, fresas, dulce de lechosa o mermelada, para darle a su abuelita, que merece todos los respetos de este cuenta cuentos, pues bien a esta caperucita del siglo XXI, le han conseguido en su "cestica" nada menos que doscientos millones de bolívares en billetes sin usar, recién impresos y sacados de un Banco y con olor a nuevos.
Dice que eran para su abuelita de cien años enfermita. Esta caperucita es una mentirosa, la abuelita no necesita de tantos millones para atender sus problemas médicos, en Venezuela hoy están los CDI del gobierno bolivariano, que son gratuitos al igual que los Barrio Adentro, y aparte las medicinas de alto costo, necesarias a edades avanzadas como la de la abuelita, también las da gratuitamente el gobierno venezolano socialista, que tanto adversa esta caperucita y tilda de régimen dictadura.
Vemos como en este cuento moderno, la caperucita no tiene escrúpulos para mentir sobre su abuelita, y la mete en este "ajo". Pero la agarró el lobo feroz con las manos en la masa, le incauta sus regalito, claro no es la abuelita de un tierruo, como llaman despectivamente al pueblo trabajador humilde, sino la abuelita de caperucita muy particular, que no es roja, pero si está emparentada con la rancia nobleza de los reyes borbones, y tiene títulos nobiliarios, aunque comprados con dinero. El lobo la cita como indiciadita para que le diga ¿de dónde sacó tantos millones?, pero ella asustadita trata escapar volando, acompañada de tres señores embajadores como escolta. El lobo no la deja salir, está imputada le dice y tiene que explicarle lo del rollo de los doscientos millones... Nuevecitos en su cajita de origen con seriales y todo.
Caperucita sin embargo está en estado interesante, va a tener a su caperucito o caperucita, las lenguas hablan, se preguntan si no será de un cacho. Nosotros creemos que si es "de su papi". Que estaba en la cárcel y ahora recién tiene casa por cárcel.
Sin embargo pese a todo, Caperucita no está presa. Espera la cigüeña. Vemos como la justicia tiene excepciones para esta caperucita, de la realeza chimba.
Traidora a la patria de Bolívar, que pide a gritos la intervención por fuerzas gringas y además con doscientos millones en su cestica para su abuelita, Esta Caperucita del cuento, tienen algo así como una patente de corso para llevar la comida a su abuelita y Mosca pues amigos, con esta caperucita y sus regalitos que tío conejo me dice que eran para sus amigos del bosque, los brujos guarimberos malosos, que además esta Caperucita no es roja, nada que ver ese color que le causa alergia