Un humorista venezolano hizo durante años chistes de crítica social en la televisión, ironizaba acerca de la "viveza criolla" y concluía sus intervenciones con la frase "p´a que más…". Así están erráticos jefes de la contrarrevolución venezolana, son "cómicos" después de la paliza del 15-O 2017.
Las truculentas argumentaciones de declarantes que ven una cámara de TV y un micrófono y ovulan derritiéndose por decir cualquier sandez, inventan excusas del por qué perdieron 18 a 5, les venció el 54 % de la votación oficialista, 9 puntos de diferencia en las elecciones de Gobernadores, victoria aplastante roja rojita.
La realidad que se vivió en presencia de acompañantes internacionales y medios de información social prácticamente del mundo entero, la desconocen desesperados perdedores de la ultraderecha maltrecha, proponiendo cambio total del sistema electoral, cual niños que cuando pierden el juego, "bravitos…" se llevan la pelota.
Se hunden más, desasistidos de la voluntad popular mayormente ganada al apoyo de la revolución antiimperialista, resultan penados por su inconsecuencia patria y su arrogancia frente al colectivo popular. Observadores extranjeros presenciaron la no existencia de "crisis humanitaria", y sí la defensa de nuestra autodeterminación.
Inútiles son pataleos, actitudes anticonstitucionales, o enredos promocionados por medios de agitación social en defensa de los vencidos. Ante el mundo, la revolución bolivariana surge a manera de ejemplo socialista cívico y eleccionario, así que "p´a que más".