¡Nos peló el chingo, pero nos agarró el sin nariz! Todo se derrumbó de la noche a la mañana me iré, amor mío. Fueron los compañeros a juramentarse y carajo, se armó la de Dios es Cristo. Nunca una juramentación había causado tanto alboroto como esta. Lo que vino después de allí ha sido el tsunami de insultos entre nosotros mismos. Carajo, en un solo día a Espoleta Allup lo llamaron traidor, miseria humana y tumor de la Mud. Coño, no me echen más cartas. Las caras de los juramentados ante la jefa de los chavistas en la Constituyente, eran lo que podemos llamar un poema al estrés postraumático. La foto le dio la vuelta al mundo, y desde Colombia – Álvaro – moto sierra- Uribe, dijo que eso era una vagamundería, y Juan Manuel –Mercenario- Santos dijo que no era legítima esa Constituyente, es decir, que el peo de la juramentación fue nacional e internacional.
Pero el más arrecho de todos, fue Almagrotesco, el de la OEA, ese también armó un peo por la juramentación, a lo mejor quería que se juramentaran en la OEA porque ya él había juramentado un Tribunal en el exilio de lo más incompetente. La ofensa fue tan arrecha, que hasta los chavistas salieron a defendernos de ese peo, porque carajo, no hay derecho a que ahora se nos venga el mundo encima por una juramentación que nos la pidió el pueblo unido jamás será vencido. Y decir ahora que los estatutos de AD excluyen a todos aquellos que no acaten órdenes, es una soberana pendejada, sobre todo, porque nadie sabe dónde carajo están los estatutos del partido blanco, porque desde que se murió el Negro Encarnación, nadie sabe dónde los puso. Así que no le vengan con esa vaina a los compañeros de Táchira, Mérida, Anzoátegui y Nueva Esparta, o sea, Margarita es una lágrima.
Del coñazo Embajada Radonski dijo que abandonaba esa vaina de la Mud, y que no quería ver más a Ramos Allup, porque le daba grima, y que no lo invitaran donde estaba ese carajo porque no iba. Y Henry- pisa pasito-Falcón, en el programa de su asesor comunicacional, dijo que Capriles había cometido una enfermedad del infantilismo político, y menos mal que no llegó al poder, porque ayayay Pimentel, ayayay Pimentel. El compañero Juan Carlos Caldera, que estaba feliz echándole bolas en el partido, porque pensaba que ya se había olvidado su filmación de cámara indiscreta, llegó Espoleta Allup y lo recordó como un adelantado en eso de acumular efectivo. En fin, que estalló la guarimba personal entre nosotros y el lanzamiento de los puputovs está en pleno subdesarrollo.
El papá de Margot pasó directo al cuarto murmurando: "qué buena vaina, carajo". Y le metió ese coñazo a la puerta tan duro, que la vecina margariteña que vive cerca, gritó. "Esguañángala, hijoardiablo"
- El día que la mataron, Rosita estaba de suerte.- me canta Margot