Parece que el “padre de la tiranocracia dedofijista criminal, Rómulo Betancourt, no se equivocó. Me refiero, a la frase de su autoría “adeco es adeco hasta que se muera” y posteriormente a la referencia al “we will come back” de Churchill cuando AD fue derrotada por Caldera en el año 1969. Efectivamente los adecos regresaron al gobierno 5 años después a sentarse juntico, con su hermanito incestuoso COPEI en la misma mesa y dormir en la misma cama de la corrupción, despotismo, represión, tortura, desapariciones, asesinatos, destierros.
Y es que la condición de los adecos, copeyanos, urredistas y su descendencia promiscua, es decir convergentes, mepistas, miricos, es la misma y muchos de ellos hicieron una pasantía en el chavismo y regresaron a su casa natal es decir, la Cuarta República (otros montaron su quincalla y permanecen en él transformando petróleo en dólares para su pecunia personal) por supuesto con gran número de excepciones que mantuvieron y mantienen las ideas revolucionarias.
Y ahora que, según su parecer, el barco revolucionario está haciendo aguas, hacen peso para que termine de naufragar, preparando sus maletas para regresar a sus hogares disfuncionales a ver si pueden reportarse como tripulantes de las obsoletas barcazas, para lo cual “hasta piden perdón” a los escuacas por haberse referido a ellos como escuálidos, vendepatria, escoria y hasta defienden a los hampones que usan al dólar today para generar una crisis económica en el país, a los traficantes del efectivo, a los bancos que secuestran efectivo y los revenden a los acaparadores del mismo, a los empresarios delincuentes especuladores, a los guarimberos, a bachaqueros, a los asesinos mercenarios pagados por el imperio para que cometan acciones terroristas es decir, se han convertido en mercenarios activos de la derecha, argumentando que el gobierno es neoliberal, pero sin hacer propuestas diferentes a las de la derecha terrorista y del proyecto anexionista que impulsa el imperio desde el norte.
Y no sólo eso, se han convertido en defensores de funcionarios de los gobiernos de la IV, políticos delincuentes que hacen llamamientos a la insubordinación a militares, a la insurrección armada, a desconocer el estado de derecho, que hacen llamamientos para una invasión por parte del imperio y que se presentan como defensores de la democracia y la justicia social.
Es decir, que practican el “we will come back” betancourista y aquello, según lo cual “adecos son adeco hasta la quinta generación”, añadiendo la conseja que los venezolanos tenemos mala memoria política y con esa teoría en nada se diferencian de aquellos que participaron en la lucha armada como combatientes de la revolución y posteriormente, con 4 coñazos dados por los “ahora demócratas defensores de la constitución contra la cual votaron en su momento” y la dádiva de 20 bolívares, cantaron hasta el himno de los EEUU, y se convirtieron en persecutores, torturadores y hasta asesinos de sus compañeros de lucha.
De lo que se olvidan esos krápulas tropicales es que una de las promesas que cumplió el Comandante Eterno fue la de acabar con los adecos y copeyanos, y como “plátano maduro no vuelve a verde” por más que tatarateen, la IV República falleció en el año 1998. Y no hay marcha atrás. Así que lloren, zapateen, recen a Santa Ana o a San Antonio, le den Vivas a San Javier, le pongan velas a Trump, conjuren a Almagro, invoquen a la pequeña Lulú o a Toby, lancen plegarias a Santa Luisa, escriban por El Nazional, Washington Post, El País, El Mercurio, hablen por Globovisión, se entrevisten con Orlando Urdaneta, le supliquen al Papa Francisco, NO VOLVERAN y corrigiendo errores, salvando obstáculos, apartando obstáculos, con frutos verdes o maduros, con el Dios Dado o sin él la revolución socialista bolivariana no dará marcha atrás porque hay un pueblo que la respalda y este pueblo sabe que pa´ trás ni pá cojé impulso…
Hasta la victoria siempre. Venceremos
La lucha sigue siendo larga, sigamos avanzando.