Ya dejó de sorprender la capacidad de desfachatez, que utilizan los miembros de la otra izquierda, se presentan con voz engolada en los programas de televisión, con la vergüenza marcada en una sonrisa hipócrita, que tiene a una cantidad de combatientes de una época de verdaderos izquierdistas, con la cara escondida por la relación que les haya podido unir con semejantes sujetos.
No es difícil escucharlos envalentonados con sesudos análisis, sin lamentar haber tenido un dia, alguna relación con dignos revolucionarios, que sienten vergüenza de haberlos conocidos, porque hoy como ayer solo son unos traidores.
Se puede justificar que un adeco o un copeyano pertenezcan a una forma de pensar y participen en esta recalcitrante derecha, aceptando que estos lideres hediondo a azufre sean sus conductores, pero a un supuesto combatiente de las luchas de los años 60-a-90, nunca se le puede perdonar que hoy anden con sus asesinos y estos tratando de matarlos otra vez, después de ser camaradas envueltos en guerrillas urbanas, por que no podían estar en las montañas haciéndole compañía a semejantes héroes, en el fondo eran falsos y hoy en dia por una cuestión de orgullo revolucionario, les da vergüenza que los relacionen, esos supuestos son traidores y el pueblo de ayer que es el mismo de hoy no lo van a perdonar nunca.
No se pueden mencionar esos nombres por una cuestión de dignidad, pero todos los que participaron en esa época y batallas, que mantienen su digna posición de combatientes aún con las diferencias que se puedan plantear, no quieren que sus nietos sepan que esos traidores estuvieron un día a su lado, haciéndoles creer que defendían al pueblo que ahora traicionan, con la cobardía de estar unidos con sus más grandes asesinos históricos.
El pueblo revolucionario de Bolívar, hoy recorre la patria lleno de orgullo por haber execrado estos traidores de nuestro proceso, para establecer la izquierda que nos conducirá junto al HOMBRE QUE EMPUJA al socialismo del siglo XXI y que después de siete años sigue haciéndonos sentir que no nos equivocamos, que esta resteado con este pueblo que no tiene regreso, nos lleva a reconocer y no aceptar a los traidores de la otra izquierda, adquirir cada día más confianza para entender que hay una sola izquierda, un solo pueblo y que los traidores jamás podrán tener otra opción de infiltrarse en este proceso popular como lo han venido haciendo a través de los años, verdaderos camaleones que en este caso son traidores.
La reafirmación de la revolución a partir del 3D hace feliz a los constructores de sueños.
Por diez millones de conciencia, no volverán
