Para un longevo luchador social debe ser un sacrificio mayúsculo tener que inmolar los ideales que le dieron significado a su vida. Doloroso sacrificar toda una existencia dedicada a luchar por los desposeídos para terminar arrodillado delante de los verdugos de tantos sueños.
Esto no es personal. El hombre público sabe que nada es dicho en su contra sino en contra de lo que representa. Eres de la oposición.
No eres el único atrapado entre un pasado sin sentido y un futuro prudente y considerado. Pero eres representativo de los que han escogido, en tu caso por razones mas allá de mi entendimiento, aliarse al pasado.
Da tristeza el empeño. Si continúan defendiendo a la IV República, continuarán degollando los intentos por rediseñar una oposición de respeto.
Esto te incumbe como Director de la Comisión Nacional de Estrategia. La mejor estrategia parece ser que los líderes del pasado se olviden de papeles protagónicos y dejen eso a líderes de generaciones más recientes preferiblemente liberados hasta de lazos familiares.
La IV República murió en 1993 con la victoria de Rafael Caldera.
¡Entiérrenla de una vez!
De lo contrario estarán condenados al rechazo permanente de la mayoría de los venezolanos. Queremos un mejor país. Y no se trata de escoger entre la IV y la V República. Si ese fuese el caso, entonces se trataría de escoger EN CONTRA de la cuarta.
La batalla es por el futuro de Venezuela y ustedes insisten en devolverla a ese inmundo pasado. “Recadi en vez de Cadivi”, planteó un intelectual disociado, uno de esos proclamando que la solución a la crisis no es electoral.
¡Vaya crisis!
La que creamos los venezolanos al escoger como presidente a uno que la masa “decente y democrática” no traga.
¡Y vaya solución electoral! ¿Manuel Rosales?
Ese tipo es de transición como todo lo que ha creado la oposición. El golpe, el gobierno de Carmona, el alzamiento militar de Altamira, el paro cívico, etc., todo ha sido de “transición”.
Por el bien de todos, el hombre de las peras de sirena tiene que ser una pesadilla pasajera.
El flagelo mas grande de nuestra patria es la corrupción. Pues, para terminar de hundir la vaina, en el “derrumbe” del sábado, Rosales pidió apoyo y aplausos para los “venezolanos” exiliados, para Eduardo Lapi y para otros políticos presos. Le garantizo que al menos que él sepa algo que ni los fiscales del caso saben, Rosales defiende a Lapi SOLAMENTE por estar del lado “derecho” de la talanquera.
El hecho es que Chávez no lo ha hecho mal. Eso lo confirma la insistencia del candidato de la unidad en ser más chavista que Chávez. Sin embargo, “la negra” y esas cosas gratis para los pobres suena mas bien a socialismo del siglo “miente uno”.
¿Que dirán ahora los ciudadanos “dignos”, esos que en un pasado cercano gritaban desaforados que a los pobres no se les regalaba nada porque no lo apreciaban?
Frustrante debe ser para un idealista ver como la lucha de “clases” se ha degradado al ofensivo nivel de gente “mejor” contra gente “peor”.
Una cosa es que le indulten a uno “el estilo” de luchar. Otra muy diferente es tirar a la basura “los motivos”. Eso es ser falto de carácter, lo que Hugo Chávez no es.
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